18 Septiembre 2024
Todos los años la zafra trae beneficios económicos a nuestra provincia. Ese “beneficio” tiene sus secuelas negativas en el ambiente con la huella de carbono que deja en donde vivimos. La sequía cada más presente en nuestro planeta por el cambio climático, crea las condiciones para los repentinos incendios que se producen. Estos “accidentes” de la naturaleza, según se conoce después que pasa el “incendio”, las mayorías de las veces es intencional. Oportunamente se impuso como norma en los ingenios no recibir caña quemada. Después se dijo que la quema de cañaverales se hacía para “limpiar” el terreno después de la cosecha. Los habitantes del “Jardín de la República”, todo bien con la polución, con los daños en el tendido eléctrico y todas las consecuencias de este accionar. El caso es que no se conoce de las autoridades que personas físicas o jurídicas se han sancionado por propiciar esto. Qué verano nos espera. En nuestra provincia por la quema de cañaverales que “aparecen” todos los años, la huella de carbono se transformó en una “Autopista de Carbono”.
Juan Domingo Vega
Lincoln 52 - S. M. de Tucumán
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