Por Guillermo Monti
22 Septiembre 2024
CON DETALLES A COLOR. El mapa se despliega para mostrar el orden de batalla y cómo fueron las acciones. la gaceta / Fotos de josé nuno
1812: Manuel Belgrano vence a Pío Tristán en el Campo de las Carreras y pone a salvo el proceso independientista nacional. La Batalla de Tucumán es un punto de inflexión tras la Revolución de Mayo. Desde entonces, el 24 de septiembre es un día de fiesta.
1912: Antonio Correa gana un premio por la monografía que escribe sobre el tema, trabajo en el que incluye uno de los primeros y más completos mapas de la Batalla. La Sociedad Sarmiento lo edita con forma de libro.
2024: al cabo de varias décadas, sin más noticias ni registros de su existencia, el libro emerge de un polvoriento anaquel de la biblioteca Sarmiento. Es uno de los grandes hallazgos del equipo que está recuperando 2.000 volúmenes de esa colección.
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Las tres etapas registradas por este hilo conductor pivotean tanto sobre la figura de Correa como sobre la incidencia de la Sociedad Sarmiento en el desarrollo intelectual, científico y social de la provincia. Los certámenes que año a año organizaba la institución servían de estímulo para esas generaciones ávidas por conocer, investigar y divulgar. Y fue en ese marco que Correa puso manos a la obra y dejó su aporte. No sólo la monografía; también el mencionado esquema gráfico de la Batalla de Tucumán, sin dudas el más detallado de los publicados hasta ese momento.
A esa pasión cartográfica Correa ya la había evidenciado años antes, cuando confeccionó un mapa de la provincia con un grado de precisión no alcanzado hasta ese momento. Tenemos entonces dos instancias decisivas en esta historia: Correa como valioso sujeto histórico y este libro que la Sarmiento atesora, y al que habilitó para el registro fotográfico de LA GACETA. Marcela Vignoli, Doctora en Historia (Facultad de Ciencias Naturales e IML-Conicet), fue la anfitriona y profundizó sobre cada uno de estos puntos.
LA PORTADA. El libro fue hallado en un anaquel del entrepiso de la biblioteca Sarmiento.
- ¿Qué sabemos sobre Antonio Correa?
- Era un ingeniero santiagueño, nacido en 1853. Había estudiado en Córdoba y llegó a Tucumán a fines de la década de 1870. Fue uno de los primeros socios “grandes” de la Sarmiento, ya recibido y profesional universitario, y así se integra al grupo de jóvenes de la Sociedad, que mayormente eran maestros egresados de la Normal.
- ¿Qué es lo primero que interesa de su personalidad?
- Si bien no formó parte del grupo fundador, se trata de la primera figura de peso que se suma a la Sarmiento. Participa en varios de los libros y de las revistas de la Sociedad, cuando ya hay un grupo que bien podemos considerar una generación intelectual “preterán” (con Manuel Perez, José A. Olmos y el propio Correa entre sus integrantes). En 1901, cuando la Sarmiento dividió sus reuniones en secciones (Sociología, Filosofía y Bellas Letras; Jurisprudencia y Ciencias Afines entre otras), Correa dirigió la sección Geografía y Ciencias Históricas. Llegó a ser vicepresidente y ocupó distintos cargos en la Sarmiento, pero al mismo tiempo desarrolló una carrera política; fue diputado y senador provincial. También trabajó en los censos de 1895 y 1914; o sea que fue a la vez empleado de la Nación. Y además integró el Departamento Topográfico de la provincia.
- ¿Qué otros aportes significativos dejó?
- Con sus conocimientos de geografía, Correa había colaborado en la memoria descriptiva de Tucumán de Paul Groussac, editada en 1882. Entonces José Fierro se contacta con él, porque necesitaba material de geografía para enseñar sobre Tucumán en la Escuela Normal. Se hicieron muy amigos, pese a que Correa era mayor que Fierro, habrá tenido 15 años más. Lo que hace Correa en 1888 es confeccionar el mapa de Tucumán; según Fierro no había hasta ese momento un mapa de la provincia con ese nivel de precisión.
- Hay varias historias relacionadas con ese mapa...
- Sí, porque una editorial de Buenos Aires lo publicó sin permiso. Fue un plagio, así que Correa hizo un juicio y lo ganó como 20 años después; la Corte Suprema le dio la razón. Por ese mapa Correa había ganado premios, por ejemplo uno en la exposición universal de Saint Louis de 1904, en Estados Unidos.
PROTAGONISTA. Antonio Correa (1853-1928).
- Hablemos del trabajo sobre la Batalla de Tucumán. ¿Cuál fue su origen?
- En 1912 el Gobierno de la provincia propuso un certamen histórico-geográfico al cumplirse 100 años de la Batalla y la Sociedad Sarmiento se encargó de organizarlo. Eran seis categorías y cinco fueron declaradas desiertas. El único que ganó fue Correa con su “Monografía de la Batalla del 24 de septiembre de 1812, determinando sus consecuencias militares y políticas”.
- ¿Qué análisis se puede hacer sobre el ensayo?
- Lo que tiene de interesante es que al comienzo hace una especie de historia del paisaje de Tucumán, eso no es muy conocido ni era habitual. Y es porque Correa consideraba que la geografía era clave para entender una batalla o una guerra. Me parece importante la cuestión del paisaje porque es como una geografía más humana; una suerte de comienzo de historia del medio ambiente.
- ¿Y desde allí?
- Hay una pequeña memoria histórica de la ciudad: la cantidad de casas, el tipo de construcción y cuántas personas se calculaba que había. Y de ahí pasa a hablar de la Batalla. Es interesante que para hacer el ensayo utiliza documentos, que él no denomina fuentes pero en realidad lo son: las memorias del General Paz, las del propio Belgrano, el libro de Mitre. Entonces lo de Correa es como el antecedente de un estudio hecho con un método riguroso de la historia, que es la utilización de las fuentes.
- ¿Y con respecto al mapa?
- Si bien ya existía por lo menos otro mapa publicado en el libro “Historia de Belgrano y de la Independencia argentina” (de Bartolomé Mitre, 1857), el de Correa profundiza en el escenario de la Batalla de Tucumán, aportando detalles inéditos hasta ese momento.
- ¿Cómo dieron con el volumen?
- Fue localizado en uno de los estantes de la biblioteca, ubicado en las galerías del entrepiso, con gran cantidad de suciedad. Tenía muchos bichitos adentro y las tapas estaban sucias. Se hizo la limpieza mecánica pero no una restauración, por el valor que tiene el libro. No queríamos iniciar algún proceso irreversible, por las dudas de que no se hiciera bien. Tampoco lo hemos digitalizado. Esta recuperación es un trabajo interdisciplinario que incluyó al equipo dirigido por la Dra. Virginia Albarracín (del Centro de Microscopía Electrónica-Conicet) y a la Dra. en Medio Ambiente Visual e Iluminación Eficiente Silvana Zamora.
PRIMERA PÁGINA. Abajo, a la izquierda, se aprecia la firma de Correa, ganador de medalla de oro y diploma.
- ¿Todo forma parte del plan de recuperación en el que vienen trabajando?
- Sí, las tareas se enmarcan en un acta compromiso entre la Facultad de Ciencias Naturales (UNT) y la Sociedad Sarmiento, a través de su presidenta Silvia Rossi, con la misión de proceder al rescate, recuperación, estudio, puesta en valor y preservación del acervo documental de la biblioteca de la Sociedad Sarmiento. En este trabajo participaron alrededor de 25 alumnos de las carreras de Arqueología y Museología de la Facultad. Este de Antonio Correa integra el fondo de 2.000 libros rescatados en el marco del subsidio otorgado por la Fundación Williams & Bunge y Born en la línea “Iniciativa para el fortalecimiento de archivos, 2023-2024”, y que en el futuro serán accesibles al público.
- ¿Se sabe de otros ejemplares de este libro que estén en circulación?
- No hay datos en la edición de cuántos ejemplares se hicieron. Yo no lo he encontrado en otras bibliotecas, pero en 2009, Nelly Correa publicó una biografía sobre su abuelo Antonio Correa. Esta publicación tiene un anexo que transcribe la monografía completa sobre la Batalla de Tucumán. Además, lo que hay en el Museo Avellaneda son algunos objetos cotidianos de Correa, como una lámpara de kerosén, libros y los diplomas de los premios internacionales obtenidos.
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