Esta semana la organización civil CREA, que reúne a empresarios agropecuarios de todo el país, compartió ante una multitud la esencia del movimiento que lo une. Para quienes forman parte del sector la metodología de trabajo en red, interdisciplinaria e interinstitucional les resulta habitual pero para quienes no, fue una grata sorpresa. Lo interesante del Congreso Regional CREA que se realizó en la Sociedad Rural de Tucumán es que ese sistema de trabajo pudo salir del campo para replicarse en otros sectores. Con la participación de más de 1.200 asistentes, se plantearon ejes de trabajo como Inteligencia Artificial, Sustentabilidad y otros tópicos alineados con las inquietudes de la época.
Para lograrlo, los organizadores del encuentro convocaron a referentes en cada disciplina y los asistentes pudieron escuchar a Santiago Bilinkis, emprendedor y divulgador tecnológico, Paula Pareto, judoca y medallista olímpica, Irene Wasilevsky del Banco Mundial, Marco Canevaro, CEO y fundador de Not Nini; Fernando Martínez de Hoz, cofundador de ZoomAgri, Damián Rivadeneira, CEO y fundador de Reforest Latam entre otros.
Pero el encuentro sirvió también para demostrar que el trabajo en red funciona. El Congreso se propuso trascender más allá de CREA como movimiento y poner en valor una visión ampliada del campo.
Matilde Bunge, vicepresidenta de CREA Argentina enumeró los atributos de la organización durante su presentación en Tucumán. “Generamos conocimiento y potenciamos ideas para el desarrollo sostenible para las empresas. Lo hacemos en un marco de valores, generamos confianza y buscamos siempre la excelencia. Estamos focalizados en lograr una institución que sea ágil en la manera que en que se aprende”,
En un entorno tan complejo y cambiante, ¿por qué no adoptar esta metodología de colaboración en otros sectores? Las empresas, el ámbito académico, las instituciones públicas y las organizaciones sociales tienen mucho que aprender del modelo CREA, que apuesta a la cooperación, la innovación y la sostenibilidad como pilares fundamentales. La competencia interna y el aislamiento han quedado obsoletos. Hoy, el éxito de cualquier organización o proyecto radica en su capacidad de integrar y sumar esfuerzos desde múltiples ángulos.
Los desafíos que enfrentamos como sociedad no pueden ser resueltos por un solo sector o disciplina. Necesitan la integración de diversos saberes y la colaboración efectiva entre todos los actores de la sociedad. En este sentido, el modelo de trabajo en red es más que una simple metodología: es un cambio cultural que puede marcar la diferencia.
Replicar esta filosofía en todos los ámbitos no solo sería beneficioso sino que es una herramienta clave para generar soluciones sostenibles.