La falta de lluvias amenaza las proyecciones productivas para el trigo nuevo, pero en contraposición de las complicaciones a cosecha, las abultadas toneladas que pasarían como stocks iniciales para la nueva levantan el nivel de oferta.
Con gran parte del trigo en etapa de definición de rindes, la campaña nueva 2024/25 está siendo víctima de las faltas de lluvias y del déficit hídrico que se fue gestando desde julio del año en curso. Como consecuencia del estrés hídrico, las proyecciones de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) para la cosecha nueva de trigo se recortaron en 1 millón de toneladas hasta los 19,5 millones de toneladas del cereal a nivel nacional.
Sin embargo, y a pesar de la incertidumbre productiva actual, el nivel de oferta total para el nuevo ciclo no parece verse comprometido en la misma intensidad. Se debe atender que, dada la coyuntura comercial por trigo 2023/24, las toneladas que pasarían para el nuevo ciclo superarían las 4 millones, fruto de limitaciones en la actividad comercial doméstica y externa.
A dos meses de finalizar la campaña, resta que se vendan 5,4 millones de toneladas del trigo disponible; y gran parte de la mercadería se encuentra aún sin precio, manteniendo una elevada proporción del cereal con exposición al riesgo de las fluctuaciones del mercado.
Al mes en curso se encuentren almacenadas 3,8 millones de toneladas, entre plantas de acopio, plantas industriales y elevadores terminales de granos. Se trata del valor más elevado para el mes en ocho años; y solo en cinco de los últimos 74 años se hallan guarismos mayores a estos.