El onomástico corresponde al día asignado en el calendario para rendir tributo a un santo. Aunque comúnmente se asocia con el cumpleaños, en realidad se refiere exclusivamente a la fecha en la que se recuerda a un santo de acuerdo con el santoral.
En dicho calendario, se conmemora a individuos que tuvieron una conexión destacada con lo divino, realizaron buenas acciones y mantuvieron una conducta moral ejemplar. Estas cualidades les llevaron a ser canonizados o beatificados, permitiéndoles ser incluidos en el santoral. Es así que este 13 de octubre se conmemora a un santo en particular.
¿Qué santo se conmemora este 13 de octubre?
En el santoral de hoy, 13 de octubre, la Iglesia Católica honra a san Eduardo el Confesor, quien fue rey de Inglaterra entre 1042 y 1066, y el último monarca de la dinastía de los Wessex. Eduardo restauró el poder de esta casa tras el dominio danés de Canuto, que había tomado Inglaterra en 1016. Tras su muerte, fue sucedido por Haroldo Godwinson, quien sería derrotado en la famosa batalla de Hastings por los normandos bajo el mando de Guillermo el Conquistador.
Eduardo III, hijo de Etelredo II el Indeciso y Emma de Normandía, pasó gran parte de su juventud fuera de Inglaterra, refugiándose en la casa de los Duques de Bretaña, hermanos de su madre, debido a la supremacía escandinava. Con la muerte de su padre y su hermano Edmundo, heredero al trono, su madre regresó a Inglaterra para casarse con el rey danés que había usurpado el trono. Al morir este último, los ingleses le ofrecieron a Eduardo la corona, la cual aceptó, aunque su madre lo traicionó al desear que el trono fuera para el hijo que había tenido con el danés.
Finalmente, Eduardo asumió el trono con la aprobación del rey danés y el respaldo del pueblo inglés. A los 42 años, se casó con Edith, hija del conde Godwino, su mayor amenaza en ese momento. No tuvieron hijos y, según la tradición, ambos eligieron mantenerse castos por devoción a Dios, lo cual fue un factor clave en su posterior canonización.
Oración a San Eduardo para pedir por fortaleza
Glorioso San Eduardo, tú que nos mostraste tu devoción a Dios con paciencia, gentileza y generosidad. Pide a Dios la Gracia para que podamos servirlo fortaleciendo el Reino de Dios a través de la oración paciente y ayuda a nuestros hermanos necesitados.
Enséñanos a ver en el mundo presente la preparación del otro que no tendrá fin, a juzgar los acontecimientos humanos con vistas a sus resultados eternos.
¡Ayúdanos Oh Señor Jesús! Somos tus discípulos. Ayúdanos a ser usados por ti para edificar a tu pueblo santo, ¡la Iglesia! Ayúdanos a vivir con una fe fuerte en ti, para vivir así un testimonio de obras espirituales y caridad en tu nombre.
Al único Dios que es nuestro Salvador, la Gloria, la majestad, la soberanía y el poder por medio de nuestro Señor Jesucristo, desde antes de todos los tiempos, ahora y por todos los siglos.
Amén