El inquietante crecimiento del narcotráfico

El secuestro de 59 kilos de cocaína escondidos en el doble fondo de una camioneta en la ruta a los Valles parece corroborar la suposición de que este camino es uno de los elegidos por los traficantes para el transporte de estupefacientes. Este es el segundo hallazgo en una semana, puesto que día atrás, en el mismo lugar de control de la ruta 307, Las Mesadas, se habían encontrado 84 kilogramos de la misma sustancia en el doble fondo de otra camioneta. Estos dos casos vienen a confirmar los datos estadísticos que indican que este año ya se han duplicado las incautaciones de estupefacientes –cocaína y marihuana- en el NOA, lo cual indicaría, por un lado, que aumentaron las tareas de control, lo cual puede corroborarse con cierta facilidad; y por otra parte, mostraría que crece el tráfico, lo cual no se puede medir. 

Al respecto, la ministra de Seguridad de la Nación dijo, en el programa Panorama Tucumano de LA GACETA, que la droga “es el núcleo de donde las organizaciones criminales sacan los mayores recursos” y que “es el que más se ha esparcido en el territorio”. Añadió que hay “una presión permanente por la entrada de droga al país, tanto para el consumo como para la circulación a otros países y a otros continentes”.

La situación ya viene siendo advertida desde hace tiempo, así como el hecho de que el narcotráfico diversifica sus estrategias para el trasiego de estupefacientes, ya sea con “mulas” en vehículos particulares, colectivos y combis (en los últimos tiempos se han detectado drogas llevadas en tours de compras), además de vuelos que difícilmente son detectados. Otra estrategia de narcos es el soborno y los acuerdos con quienes hacen los controles, tal como lo han mostrado los recientes descubrimientos de gendarmes y civiles confabulados para permitir el paso de cargamentos de mercadería ilegal por las rutas del NOA.

Como reacción a la nueva situación, la provincia ha establecido el “Operativo Lapacho” para control del tráfico de elementos y del contrabando. El secretario de Lucha contra el Narcotráfico ha dicho que se busca ampliar el área de cobertura de este operativo, extendiéndolo a los puntos de ingreso de vehículos a la provincia –puestos en cabo Vallejo, en Choromoro y también en El Cadillal-, aunque este plan requiere dotar de más efectivos a la fuerza de seguridad provincial. También se ha conformado un comando de operaciones con fuerzas de seguridad del NOA. La Nación, que atribuye la corrupción de efectivos a deficiencias de la política del Gobierno anterior, considera que se está yendo por buen camino con el aumento de controles, como lo dijo la ministra, y que en breve –probablemente en marzo- se podrá ampliar trabajar en operativos intensivos en Orán, como se hizo en Rosario, donde hubo una sustancial reducción del delito.

Es decir, nos encontramos con una situación de crecimiento alarmante del tráfico de estupefacientes –en cantidad que no se puede precisar, excepto por lo que se puede inferir a partir de los secuestros- y con intenciones de las autoridades de ampliar sus acciones para intentar poner las cosas en orden. Es de esperar que sea suficiente esta estrategia, puesto que partimos de un Estado diezmado –la estructura de la Justicia Federal es crítica en nuestra zona- que da pequeños pasos mientras los grandes traficantes, que mueven un negocio millonario, avanzan a toda velocidad y a sus anchas, expandiendo el narcomenudeo hasta en los pueblos más pequeños, tal como se ha informado recientemente.

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