Colapinto en la Fórmula 1: tiempo de tener paciencia

En un mismo día en el “Circuito de las Américas” de Austin, Texas, Franco Colapinto pasó de largar 10° en la carrera Sprint, de terminarla en el puesto 12 y después, ya en clasificación, de no poder superar la Qualy 1, quedando 16° con su Williams. ¿Qué pasó para que no haya tenido un sábado positivo después de un viernes auspicioso? Una pregunta que, necesariamente, tiene varias respuestas...

Los cinco puntos

1) La F-1 es una compleja actividad deportiva en la que intervienen muchas variables. No es sólo acelerar, frenar donde se debe y evitar los errores. Una puesta a punto del coche poco confiable; una mala administración de la temperatura de los neumáticos; un exceso en la búsqueda de los límites del circuito; una mala táctica (sólo por nombrar algunas de esas variables), pueden hacer caer a cualquiera en el clasificador. Le pasó, por ejemplo (y nada menos) que al múltiple campeón británico Lewis Hamilton, que tampoco pudo superar la Qualy 1 con su Mercedes.

2) El de Austin es un circuito complejo. Por su piso, por su diseño y por las condiciones climáticas que imperan en él, que lo hacen impredecible en cuestión de horas. Ayer, por ejemplo, entre el Sprint y la clasificación pasaron tres horas. Y eso es demasiado tiempo en un trazado que está en una zona en la que a cierta hora del día puede hacer mucho calor (en el Sprint rozó los 45°) y después ponerse templado (como en la clasificación). Para los pilotos experimentados la solución se la da el oficio; para los más jóvenes, como Colapinto, queda jugársela, acertar en primera instancia y esperar. Porque encima al ser un novato absoluto (aunque competitivo) en el tránsito de esta pista, sólo tuvo un entrenamiento para encontrarle los secretos.

3) Williams se encontró el viernes con la sorpresa de Colapinto ocupando un puesto top 10 y con el primer piloto del equipo, Alex Albon, en el fondo. La muy distinta información que obtuvieron de sus coches los podría haber confundido. Y es probable que los ingenieros hayan optado por hacer todo tipo de cambios para tratar de ir por más. Pero, dicho por Colapinto, esas variantes fueron muy grandes, por lo que el bólido quedó muy rígido, le era complicado doblar porque tenía una tendencia a la reacción y no a responder a sus órdenes. Eso promueve, sin dudas, a los errores. Que en el caso del bonaerense los tuvo y le quitaron un poco de confianza y lo dejaron con bronca y pidiendo disculpas por haber fallado.

4) Camino a la final del domingo, Colapinto tendrá a la mayoría de sus rivales adelante, encabezados por el británico Lando Norris (McLaren), el neerlandés Max Verstappen (Red Bull) y el español Carlos Sainz (Ferrari). Y el jovencito argentino estará al comando de un auto que, al menos según lo visto en el Sprint y la clasificación, no es confiable. Porque no es que solamente Colapinto no pudo avanzar a la Qualy2, sino que tampoco su compañero Albon lo consiguió. En este caso, para Franco queda mentalizarse en sumar kilómetros. Parece difícil, aunque nunca está dicha la última palabra, que pueda avanzar para aspirar a entrar en la zona de puntos. Y más en un circuito donde los equipos con mayor potencial suelen ejercer un claro dominio sobre los más “humildes”.

5) Que a Colapinto no le haya ido bien esta vez en una clasificación puede pasar, es parte del juego. Pero también es cierto que la F-1 es una categoría que no escapa a las generales de la ley del deporte en eso de ofrecer siempre nuevas oportunidades. El bonaerense será exigente consigo mismo, buscará los límites con temeridad, demostrará confianza en la lucha con rivales con muchas carreras más que él. Pero no deja de ser un novato en una especialidad que no da tiempo para nada. Por sobre todas las cosas, para él, el equipo y los fanáticos, es momento de tener paciencia, porque esto recién comienza.