San Martín de Tucumán pasó de la euforia al suspenso en La Ciudadela
Con la adrenalina de haber seguido de cerca una definición apasionante en la zona B, San Martín de Tucumán salió al campo de juego sin presión, pero con el objetivo claro de imponerse desde el primer minuto. Aprovechando el envión de un panorama más despejado, el equipo de Diego Flores no tardó en demostrar su poderío con los goles de Lautaro Fedele y Matías “Caco” García. No obstante, con la mirada puesta en la gran final, dejó que el “Gaucho” se asome y ponga la paridad 2 a 2.
¿Importa el resultado? ¿Era un partido para ganar? Las interrogantes ahondarán en la semana, pero lo cierto es que no habrá demasiado tiempo para analizar… El “Tiburón” se acerca, en Bolivar y Pellegrini deberán estar más que preparados.
Con el 2 a 0 a su favor y el aliento incesante de la hinchada, que cantó “Ponga huevo que nos vamos de la B”, “Vamos Ciudadela, vamos a Primera” y “El domingo tenemos que ganar”, todo parecía marchar perfecto para San Martín.
Sin embargo, ese clima tan positivo generó un cierto relajamiento en el equipo, y ¿el precio fue alto?. Con el objetivo de guardar algunas piezas pensando en la final del torneo, Flores realizó varios cambios en el “11” inicial, y el equipo sintió el golpe de la rotación. Algunos hinchas dirán que el resultado de este partido pasó a segundo plano y después estarán aquellos que querían ganarlo a como dé lugar.
La realidad es que para conocer al campeón faltan unos días y antes de ese ansiado partido, el “Gaucho” aprovechó la desatención. Descontó a través de un tiro libre impecable de Martín García y, más tarde, un error defensivo le dejó el balón servido a Pablo Palacios, quien igualó el marcador.
La sensación en las tribunas no fue de desacierto ni mucho menos. En los papeles el resultado no cambiaba mucho el futuro de San Martín, ya que alcanzó las 81 unidades y cerró una campaña histórica en la Primera Nacional. No obstante, en el campo de juego sí hubo una situación preocupante: las salidas de ambos laterales, tanto de Lucas Diarte como de Gonzalo Bettini.
El lateral derecho sintió una molestia en el cuádriceps de la pierna derecha, mientras que “Luquitas” se sentó en el campo de juego y pidió el cambio con la cabeza gacha. ¿Será algo de gravedad? ¿Llegan al duelo contra el “Tiburón”?
Con el objetivo de competir, Flores arriesgó bastante en la última fecha y en caso de que ambos futbolistas estén lesionados, podría ser un golpe de realidad a las aspiraciones del equipo.
Lo único positivo de la jornada para San Martín fue el regreso de Gustavo Abregú. El mediocampista volvió a sumar minutos tras recuperarse de un desgarro e intentó colaborar en la recuperación, aunque se le notó bastante la inactividad.
Salvo algunos destellos en el primer tiempo, el equipo no brilló, ni siquiera con los cambios. La efectividad en ataque y, sobre todo, en la defensiva esta vez estuvo apagada en La Ciudadela.
El equipo falló demasiado en situaciones en las que partidos anteriores se destacaba y encendió la alarma de preocupación. Su próximo partido será a todo o nada y no se podrá permitir esta serie de errores. Queda poco tiempo, pero con respecto a lo mostrado contra el “Guacho”, habrá que hacer borrón y cuenta nueva.