VIDEO. Inundaciones en España: “Esto es una tragedia; no ocurría hace 100 años”

Carolina Alonso, una tucumana que vive en Valencia contó cómo vivió las graves inundaciones la zona. “Nadie sospechaba la magnitud de la catástrofe que estaba por venir”.

TRISTEMENTE FAMOSOS. Las imágenes de la destrucción que dejaron las lluvias en Sedaví han dado la vuelta al mundo tras el paso de la DANA.  TRISTEMENTE FAMOSOS. Las imágenes de la destrucción que dejaron las lluvias en Sedaví han dado la vuelta al mundo tras el paso de la DANA.
Hace 15 Hs

El devastador fenómeno meteorológico conocido como DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos), que dejó a pueblos enteros del este de España bajo el agua y causó casi un centenar de muertos tomó a los ciudadanos por sorpresa.

La DANA dejó su huella en varias localidades, inundando calles y provocando una caída de hasta 450 litros de agua por metro cuadrado en solamente tres horas, una cantidad que normalmente se acumula en todo un año.

Hay críticas a las autoridades de las zonas afectadas porque no atendieron las alertas y reclamos de ayuda, mientras los servicios de emergencia se esfuerzan por rescatar personas aisladas en techos y refugios provisorios, y recuperar cuerpos y ubicar a los que siguen desaparecidos.

En medio de esa tragedia, Carolina Alonso, una tucumana que vive en Valencia, compartió con LA GACETA su experiencia y la de sus vecinos.

“Esto es una tragedia para los valencianos, algo que no ocurría hace 100 años, nosotros transitamos esta situación con sentimientos encontrados”, dijo, al tiempo que habló de “dejar tranquilidad” a la familia en Tucumán”.

“El agua comenzó a desbordar buscando salida hacia el mar, pero los canales no estaban preparados para manejar tal cantidad de lluvia”, explicó Carolina, quien trabaja en Alboraya, un pequeño pueblo de la comunidad valenciana, a unos 12 kilómetros de Paiporta, una de las localidades afectadas, en el sudeste de España. “Lo más impactante fue que, mientras en las zonas más golpeadas no estaba lloviendo, muchas familias estaban en la calle, haciendo compras. De repente, se encontraron con una corriente de agua que arrasó con todo a su paso”, relató.

La situación se tornó aún más complicada debido a la falta de mantenimiento de los desagües, lo que convirtió a muchas áreas en trampas mortales.

Aunque su zona no fue afectada, Carolina relató la tensión que se vivió en su hogar al recibir alertas de emergencia. “Nos pidieron que retiráramos a los chicos del colegio porque se preveían lluvias intensas. En ese momento, nadie sospechaba la magnitud de la catástrofe que estaba por venir”.

La comunidad tucumana en Valencia se mantiene unida en este difícil momento, cuenta Carolina. A pesar de la devastación, dice, la ciudad tuvo una notable capacidad de respuesta. “Es importante destacar que a nivel organizativo, la ciudad está muy bien preparada para enfrentar emergencias”, señaló, aunque la pérdida de vidas es algo conmovedor. “Las familias están devastadas, y la realidad es que la tristeza es palpable en el aire”, cerró.

EN TERRENO. Carolina Alonso contó cómo están después del desastre. EN TERRENO. Carolina Alonso contó cómo están después del desastre.

Estas, las peores inundaciones en más de medio siglo en España, dejaron al menos 158 muertos y decenas de desaparecidos.

El país está de luto por tres días, mientras los rescatistas siguen buscando víctimas en poblaciones arrasadas por el agua y el lodo.

“En este momento, y de forma provisional, la cifra de víctimas mortales asciende a 155 personas”, indicaron en un comunicado los servicios de emergencia de la región de Valencia, la más afectada por las lluvias torrenciales que cayeron entre martes y miércoles.

Otras dos personas fallecieron en la vecina Castilla-La Mancha y una más en Andalucía.

Desaparecidos

A ese total se suman “decenas y decenas de desaparecidos”, indicó el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, en rueda de prensa, anoche.

Esto hace temer que siga aumentando la cifra de víctimas, que ya es la más elevada por un desastre meteorológico desde las inundaciones que dejaron 300 fallecidos en octubre de 1973.

La emergencia continúa, advirtió en una visita a la región el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, quien pidió a los residentes de Valencia que se queden en casa para proteger vidas.

El centro del fenómeno, al que popularmente llaman “la gota fría” y que suele ocurrir en esta época del año, está en movimiento. La agencia estatal de meteorología (Aemet), decretó ayer a la mañana una alerta roja por lluvias en Castellón, una zona de la Comunidad Valenciana al norte de las partes más afectadas. Por la tarde rebajó su peligrosidad.

Mientras las labores de búsqueda continuaban, en las localidades afectadas por las riadas que se formaron la noche del martes, los habitantes intentaban limpiar las calles, cubiertas todavía de barro y de vehículos que fueron arrastrados por la corriente. En Paiporta, ciudad de 25.000 habitantes en la periferia sur de la ciudad de Valencia donde murieron más de 60 personas, no queda ningún “comercio en pie (...) Necesitamos ayuda humanitaria con alimentos, con agua, porque no hay agua en las casas”, dijo David Romero, un músico de 27 años.

El ministro Torres anunció que, desde hoy, el ejército, que hasta ahora participaba en labores de rescate, comenzará a colaborar en distribución de suministros.

El presidente Sánchez anunció que la región será declarada como zona catastrófica para agilizar recursos destinados a la reconstrucción.

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