De poco sirvió la extensa y preparada argumentación del defensor Macario Santamarina. Miguel “Miguelón” Figueroa, al hacer uso de la palabra, derrumbó toda la estrategia planteada por el profesional. “No tema por su vida porque habla conmigo, señor juez”, señaló. El magistrado Gonzalo Ortega, bien serio, le respondió: “para nada”. En definitiva, el sospechado de ser uno de los narcos más importantes de la provincia y condenado por tres crímenes, seguirá detenido en la cárcel federal de Marcos C. Paz.
El 6 de septiembre, en un hecho sin precedentes en la historia carcelaria, Figueroa, Maximiliano “Maxi” Abraham y Álvaro Jorge Quiroga fueron trasladados a cárceles federales. La medida se había tomado porque los tres habían sido considerados como detenidos de máxima peligrosidad por sus reiterados actos de indisciplina. En el caso de “Miguelón”, por un posible plan de fuga que habría tenido pensado llevar adelante.
Desde esa fecha, Santamarina inició una verdadera cruzada legal para lograr que su asistido vuelva a ocupar un lugar en el penal de Villa Urquiza. “Tenemos que entender que una pena no es un acto de venganza. No tiene que haber crueldad en su cumplimiento. Y no hay acto más cruel que enviarlo lejos de su hogar para que pueda ver una vez al año a sus seres queridos”, aseguró en la audiencia de ayer.
El profesional rechazó los informes que realizó el personal de Servicio Penitenciario. “Son falsos y están llenos de errores para complicar a mi defendido”, indicó. También se refirió a otra situación en la que se vio envuelto su asistido. “Lo señalaron por haber amenazado a los fiscales que lo acusaron. Han pasado varios meses y no hay una sola evidencia en su contra. Ni siquiera le formularon cargos. Resulta que por un informe publicado en el diario LA GACETA se definió su peligrosidad”, agregó.
El fiscal Pedro Gallo desestimó cada uno de los puntos marcados por el defensor y enumeró cuáles eran las razones por las que Figueroa era considerado peligroso. La defensora oficial Rosa Nosetti adhirió al planteo realizado por el representante del ministerio público.
Después de escucharlo, Figueroa comenzó a declarar. Primero empezó a plantear los problemas que le generan estar tan alejado de su familia. Pero después comenzó con la polémica. “La verdad es que si me quisieron hacer un daño, me terminaron haciendo un favor. Aquí estoy en un jardín de infantes si lo comparo con Villa Urquiza. Sí lamento que me hicieran poner dólares para montar una fábrica y después me sacaron”, señaló. “En esta especie de Universidad de Harvard, porque están los mejores narcos y asaltantes del país, soy el único tucumano”, señaló.
El juez Ortega rechazó el planteo de la defensa y dispuso que Figueroa continúe detenido en esa unidad penitenciaria. Antes de que terminara la audiencia, “Miguelón” volvió a pedir la palabra. “Ya que estoy aquí por una cuestión política, le voy a pedir señor juez que haga las gestiones para que el Gobierno entregue dinero a mi familia para los pasajes en ómnibus o en avión para que puedan visitarme”, solicitó. “¿Es una broma?”, le consultó el juez. “No es ninguna broma no poder ver a la familia”, respondió el condenado. Inmediatamente terminó la audiencia.
Cómo es el penal
El penal, que está ubicado en la localidad de Marcos Paz, es una de las prisiones federales que tiene capacidad para más de 2.000 internos. Es una de las prisiones que eligió la ministra de Seguridad Patricia Bullrich para ubicar a los presos considerados peligrosos.