El 2024 fue un año inolvidable para Lawn Tennis y para Nicolás Sánchez. Los caminos del club “Benjamín” y del histórico apertura de Los Pumas se reencontraron con el regreso a Tucumán de “Cachorro”, y los frutos de esa reunión fueron importantes: título en el Regional y en el Torneo del Interior A, el más importante para el club. Pero la relación entre ambas partes había tenido su primera gran alegría 16 años atrás, con el título en el Regional del NOA 2008.
Pese a sus cortos 20 años, cumplidos justo días antes de la definición del certamen, Sánchez ya se erigía como un jugador clave en aquel Lawn Tennis. Poco más de un año antes, en agosto de 2007, había realizado su debut en la Primera del club reemplazando a Federico Mentz, apertura titular de los “Benjamines” por esas épocas. Y en poco tiempo “Nico”, que ya se destacaba en Los Pumitas, se convirtió en una pieza fundamental, aun teniendo que jugar en otro puesto: de centro.
Justamente ese lugar en la cancha ocupó en la final del Regional que enfrentó, en Natación y Gimnasia, a Lawn Tennis con Universitario, campeón de la edición anterior del torneo y gran candidato. En la primera fase, ambos equipos compartieron zona, finalizando la “Serpiente” en primer puesto y los del Parque 9 de Julio en el segundo lugar. En esa instancia de grupos se enfrentaron dos veces con un triunfo por lado.
Esos antecedentes recientes anticipaban una final pareja. Lawn Tennis llegaba tras dejar en el camino a su clásico rival, Los Tarcos, en cuartos de final, y a Universitario de Salta en “semis”. El “Uni” tucumano, por su parte, venía de eliminar a Jockey y Huirapuca. A diferencia de las fases previas, la final fue a partido único y tuvo una definición infartante, con “Nico” Sánchez como protagonista.
Fue “Cachorro” quien, a los 12 minutos de partido, rompió el cero en el marcador con un drop haciendo gala de su buen pie. Un penal de Mentz, minutos después, le permitió estirar la ventaja a Lawn Tennis dirigido en ese entonces por Raúl Ternavasio y Pablo Pérez. Sin embargo Universitario revirtió la historia antes del descanso con 10 puntos de Diego Mas, primero con un penal y luego con try convertido.
Aunque Lawn Tennis pudo descontar en el arranque de la segunda mitad con un penal de Mentz, Universitario estiró la ventaja gracias a un try de Martín Nieva, convertido por Lucas Barrera Oro. Un 17-9 que, a falta de menos de 20 minutos, le complicaba las cosas a los “Benjamines”.
Y el paso de los minutos conspiró contra Lawn Tennis. Hasta los 76 minutos de partido, la ventaja de ocho puntos se mantenía para Universitario. Fue allí que apareció la figura de Sánchez, ya jugando como apertura por la salida por lesión de Mentz, en todo su esplendor.
Aunque antes de tocar el cielo con las manos “Nico” tuvo que sufrir. Es que, con la desventaja en el resultado, falló un penal y un drop. La victoria parecía cada vez más lejana y las oportunidades falladas parecían ser imperdonables. Pero Sánchez tuvo su revancha.
Primero, “Cachorro” descontó a través de un drop. Eso ya le permitió a su equipo quedar a un try sin convertir de igualar las acciones y a un try convertido de dar vuelta la historia. Y fue Sánchez el encargado de apoyar en el ingoal rival con una jugada inolvidable: ubicado frente a los palos, “Cachorro” tiró un sombrerito y anticipó a los jugadores de Universitario que lo presionaron cuando fue a buscar la pelota adentro del ingoal. Llegó primero a la pelota y puso el 17-17. Él mismo convirtió desde una posición muy favorable y sentenció el triunfo de Lawn Tennis. Fue 19 a 17 para desatar la locura entre la hinchada y los jugadores “Benjamines”. No era para menos: después de 26 años, Lawn Tennis volvía a gritar campeón, una sequía que había comenzado incluso antes de que el propio Sánchez naciera.
La felicidad de "Nico" Sánchez tras su primer título
“Siempre se sueña con una actuación así. Ganar sobre la hora con un try agónico y conseguir el título es lo máximo. Por suerte se nos dio porque Lawn Tennis venía esperando desde hace 26 años vivir una tarde como esta”, expresó un eufórico “Cachorro” tras ese encuentro. “Cuando estábamos nueve puntos abajo sabía que no nos podíamos entregar. Faltaban 20 minutos y tenía confianza en revertir el resultado”, agregó.
“Cuando me levanté sabía que tenía que disfrutar de este día porque no siempre tenés la posibilidad de jugar una final. Y por suerte lo pude disfrutar al máximo. Hay partidos en los que no te toca jugar bien y otros en los que no rendís lo esperado. Lo importante es estar bien de la cabeza cuando el equipo te necesita”, analizó Sánchez. Y vaya si estuvo bien en el momento en que su equipo más lo requería.
Ya desde esa final e incluso desde hace tiempo antes, Sánchez evidenciaba que estaba hecho de una madera especial. Aunque aun así era muy difícil predecir todo lo que vendría después: los años de brillante nivel en Europa y más de una década siendo pieza clave de Los Pumas, con los que disputó cuatro mundiales y que le permitió convertirse en el máximo goleador histórico del seleccionado nacional.
Todavía más complicado era prever lo que pasó este año: un regreso glorioso al club que lo vio nacer para convertirse en la pieza clave de un equipo que, otra vez, cortó una larga sequía (10 años) y logró el trofeo más importante de su historia. “Nico” completó el ciclo de manera perfecta, pero todavía no lo cerró porque el sábado intentará sumar un nuevo trofeo a su palmarés: el del Nacional de Clubes. A sus 36 años la intención es la de seguir deslumbrando en el mundo de la ovalada.