El Gobierno Nacional comienza a implementar la desregulación de la importación y exportación de obras de arte
La norma amplía los períodos de exportación e importación transitorias de uno a cinco años y elimina la certificación para vender al exterior obras de artistas con más de 50 años de fallecidos; hasta ahora, ese trámite requería de una licencia que otorgaba al Estado o a terceros residentes una opción de preferencia en la compra.
El ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, a cargo de Federico Sturzenegger, anunció que mañana se publicará un decreto en el Boletín Oficial que liberará la exportación e importación de obras de arte que no constituyan patrimonio cultural.
Según informó la cartera, de esta forma, los artistas argentinos podrán acceder al mercado internacional “sin trabas, restricciones, ni trámites engorrosos”, y los ciudadanos que movilizan sus propias obras de arte podrán hacerlo con la misma facilidad.
En tanto, para los galeristas, se ampliarán los períodos de exportación e importación transitoria de uno a cinco años, un reclamo histórico del sector que generará importantes ahorros para el manejo de obras de arte en exposiciones y ferias en el país y en el exterior.
Por otro lado, se informó que se elimina la certificación para la exportación para obras de artistas con más de 50 años de fallecidos, para los que se requería una licencia de exportación que otorgaba al Estado nacional o a terceros residentes una opción de preferencia en la compra de las obras, afectando el derecho de propiedad para los dueños de dichas obras.
“Este engorroso trámite para darle la opción de compra al Estado nacional demandaba hasta 16 firmas. Decenas de miles de artistas y galeristas tuvieron que hacer este trámite en los últimos 30 años y, sin embargo, ni el Estado ni ningún privado nunca ejerció esa opción. La obligación de darle la opción de compra al Estado, a su vez, era un disuasivo a la conformación de colecciones de arte en el país. Importar una obra era equivalente a perder el derecho de venderla, ya que nunca se sabía si el Estado ejercería su derecho y a qué precio”, explicaron fuentes del Ministerio, y aclararon que quedan excluidos de este cambio clave las obras que constituyen patrimonio cultural de la Nación.
Por último, a los fines de la determinación de la legitimidad de la exportación, solo será requerido llenar un formulario en el aeropuerto, el que podrá completarse en cualquier horario, y se elimina el comité otorgante de las licencias de exportación, lo cual reduce la burocracia, según estimó el ministerio.
En el pasado, la ley 24633, de 1996, estableció un marco legal para liberar la circulación de obras de arte. El anuncio fue hecho entonces en la Casa Rosada por el entonces presidente Carlos Menem, en compañía de Cristina del Campo, que era la representante de Christie’s Argentina, filial local de la prestigiosa casa de remates internacional. Del Campo puso su energía y talento para acelerar la resolución y hasta llegó a un acuerdo con la casa Naón, de la calle Guido, para organizar subastas conjuntas.
Aquella apertura global permitió la salida de importantes obras de Antonio Berni, luego subastadas a precios récords en las rematadoras neoyorquinas. Fueron adquiridas por Amalita Fortabat y por Eduardo Costantini. Hoy esos cuadros antológicos se exhiben en los museos fundados por ambos.