PARIS, Francia.- El primer ministro francés, Michel Barnier, cree que el juicio contra Dominique Pelicot y otros 50 hombres por drogar y violar a su esposa Gisèle “marcará un antes y un después” en la historia del país.
Barnier realizó estas declaraciones en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, horas después que la fiscalía pidiera 20 años de prisión contra Pelicot.
El jefe de gobierno conservador anunció que el sistema público de salud reembolsará los kits para detectar posibles casos de sumisión química -administración de drogas a escondidas para agredir sexualmente-, aunque no definió la fecha.
La diputada Sandrine Josso, al frente de una misión parlamentaria sobre el tema junto a la senadora Véronique Guillotin, recomendó que las farmacias pudieran entregar, previa prescripción médica, estos kits a las mujeres que crean haber sido drogadas.
Además de Gisèle Pelicot, convertida en un icono feminista mundial por su batalla por que “la vergüenza cambie de bando”, Josso es otro de los rostros de la sumisión química en Francia, después de denunciar hechos similares por parte del senador Joël Guerriau.
La lucha contra la violencia machista es un “camino muy largo”, aseguró Barnier, quien anunció otras medidas como la mayor accesibilidad del dispositivo que permite a las mujeres denunciar en hospitales o crear unidades de acompañamiento en todos las instituciones francesas.
Foro de internet
Desde inicios de septiembre, la justicia francesa juzga a Dominique Pelicot y a otros 50 hombres por drogar entre 2010 y 2020 a su entonces esposa Gisèle para violarla junto a desconocidos que contactó en un foro de internet.
Los acusados, de entre 26 y 74 años, se enfrentan a penas de hasta 20 años de prisión en este mediático caso, que dio la vuelta al mundo y que puso la noción del consentimiento en primera plana. El veredicto se espera para el 20 de diciembre.
Además, el partido opositor de izquierda radical La Francia Insumisa (LFI) presentó este mes una propuesta de ley para que se incluya la noción de “consentimiento” en la definición penal de violación, que no figura en la legislación franesa y que podría ser debatida en la Asamblea Nacional (cámara baja) el jueves.