La erradicación de la violencia es el desafío del fútbol tucumano. Los incidentes en el partido entre Atlético Concepción y Sportivo Guzmán hicieron que la problemática sea un tema de debate dentro de la Liga Tucumana. ¿Cómo se organizan las operativas de seguridad? ¿Qué partes se ven implicadas en la organización de un partido? ¿Cómo evitar estos disturbios? ¿Qué medidas pueden realizar los clubes? ¿El derecho de admisión es una medida efectiva? Esas son algunas de las incógnitas que se presentan entre los dirigentes y las fuerzas de seguridad para la realización de los espectáculos deportivos.
La Liga lanzó un comunicado para repudiar este tipo de acciones, aunque no tomó una postura definida frente a estas situaciones. A modo de ejemplo se puede citar el partido entre Famaillá y San Fernando, correspondiente a los cuartos de final del Anual.
El duelo se suspendió porque la parcialidad del “Fama” agredió al futbolista José Banegas con un proyectil. La resolución del Tribunal liguista fue que el partido se completara a puertas cerradas en el estadio de San Antonio de Ranchillos.
Una decisión similar se tomó para evitar conflictos en la llave de semifinales entre los “Leones” y los “Julianos”. El partido se jugaría a puertas cerradas en un estadio neutral (se barajan los estadios de Atlético o San Martín) y con gran presencia policial en los alrededores.
El otro duelo, entre Jorge Newbery y San Fernando (derrotó 9 a 8 por penales a Famaillá tras igualar 0 a 0), se jugará con ambas parcialidades.
“Pedimos que las sanciones contra los clubes que protagonicen estos incidentes sean mucho más severas. No se puede tolerar el comportamiento de salvajes como quedó demostrado el pasado domingo en el estadio de Atlético Concepción”, aseguró Joaquín Girvau, jefe de Policía.
La situación preocupa a los dirigentes de los 58 clubes (el año siguiente se incluirán 10 equipos de Trancas). Frente a este panorama, LA GACETA realizó un sondeo entre los presidentes de diferentes instituciones para conocer qué propuestas existen para solucionar esta problemática.
Los dirigentes piden fuertes sanciones
La programación de los partidos de la Liga Tucumana es una tarea correspondiente al Comité Ejecutivo. La dirigencia de la entidad local es la que presenta un tentativo a la Policía para diagramar el fixture de cada fecha. La idea es que no se acumulen varios partidos de alta concurrencia en el fin de semana, o que no coincidan con otros eventos masivos de la provincia.
Cristian Ibáñez, presidente de San Pablo, aseguró que la mayoría de los clubes pretenden jugar los fines de semana. El motivo principal es que esta medida beneficia a las recaudaciones de los clubes, que afrontan un gasto aproximado de $500.000 para abrir la cancha (ese monto se divide entre la terna arbitral, los veedores y la fuerza de seguridad). “Alrededor de $200.000 van para la Policía, un costo altísimo, y por lo general te mandan 20 agentes para cubrir el ingreso y el desarrollo del partido”, comentó.
El representante paulistano consideró que la solución sería endurecer las sanciones para los clubes. “Esa es la única manera de que los hinchas. Si agarran una piedra, entiendan que opacan el espectáculo y nos perjudicamos solos. Es momento de buscar soluciones”, expresó.
Ibáñez, asimismo, desestimó que la solución llegase a través de una multa económica. “Ninguna institución está en condiciones de afrontarla y tampoco es efectiva”, señaló.
El presidente recordó el incidente que vivió su equipo en el partido frente a Concepción FC por la Copa Tucumán. Casi al final del partido, la hinchada local agredió al futbolista Juan Pistán y el duelo fue suspendido. La sanción fue una quita de seis puntos a los “Cuervos”. “Esas situaciones suceden porque hay pocos policías y son clubes que mueven más de 1.000 hinchas”, indicó.
El diálogo entre los clubes y la Policía parece ser una herramienta para erradicar la violencia
Luis Lastra, presidente de San Fernando, opinó que los operativos son deficitarios y que la disposición dentro del campo de juego no es la correcta. “La Infantería se excusa de que ellos sólo tienen que cuidar a los árbitros y no se ocupan de los problemas entre los jugadores o en la tribuna”, criticó.
El dirigente consideró que la solución sería que los clubes tengan una comunicación directa con las fuerzas de seguridad. Esta medida, según explica, permitiría que la Policía tenga consideraciones sobre la concurrencia del público o la relevancia del duelo. “Es para que sepan lo que necesitamos”, dijo.
Una postura similar tomó Fernando Safatle, titular de Ñuñorco, quien calificó a la organización de confusa y dijo que el problema radica en la inexistencia de un encargado de seguridad en la entidad del fútbol tucumano. “Es muy informal para la magnitud de gente que movemos. No sabemos la cantidad de policías que nos mandan”, contó. Así lanzó la propuesta de que cada club creé el cargo de “Jefe de Seguridad” para que sea el encargado de coordinar estas situaciones.
Daniel Díaz, presidente de Villa Mitre, aseguró que si bien no tiene esa investidura, ya ejerce esa tarea junto a la Regional Norte y a la comisaría taficeña. “Esa mesa de diálogo es fundamental para que no haya inconvenientes. Nuestra obligación es anticiparnos a la violencia”, lanzó.
La importancia del Comité de Seguridad
En relación a esta propuesta, Cristian Núñez, jefe de la División Seguridad Deportiva, aseguró que sería beneficioso para la Policía, aunque implicaría un alto costo que no podría ser afrontados por los clubes amateurs. “AFA exige esa figura para clubes de Primera y Segunda división. Tiene que ser un ex policía que se encargue y creo que muchos clubes no podrían hacerse cargo. Sería inviable”, explicó.
En 2005 se creó el Comité de Seguridad Deportiva en el Fútbol y otros Deportes, por intermedio de un decreto del ex gobernador José Alperovich. El ente tiene la misión de la organización de los eventos para prevenir estas situaciones. “Cada vez que hay un partido se reúne con los integrantes de la competencia y, cuando es necesario, también con los dirigentes de los equipos”, había explicado Núñez.
El derecho de admisión podría ser una solución
Girvau, en tanto, barajó la posibilidad de aplicar el derecho de admisión en los espectáculos deportivos. “La Policía está esperando que los dirigentes, aunque sea en una reunión a puertas cerrada, pasen el listado con el nombre de las personas a las que se les puede aplicar. Una vez identificados, les garantizamos que no ingresarán más”, dijo.
Dardo Serrano, presidente de Ateneo, consideró que es responsabilidad de los clubes identificar y vetar a los “violentos”. “Creo que cada dirigencia tiene que hablar con los barras o los referentes para disminuir estas situaciones”, propuso.
El dirigente del “Expreso” valoró el operativo realizado en la final de la zona Repechaje del Anual (se enfrentaron a Bella Vista en el estadio de San Antonio), en el que participaron alrededor de 180 uniformados. “Se trabajó muy bien porque hubo diálogo entre todas las partes y se cumplió a rajatabla lo que nos dijo la Policía. Ojalá lo sigamos replicándolo”, opinó.
Los dirigentes, de este modo, coinciden en que la violencia tiene que ser combatida de diferentes maneras, aunque esperan tomar una decisión compartida para replicarla en todos los clubes de la provincia.