La Para, una pequeña localidad de Córdoba, amaneció este miércoles con una tragedia que dejó a la comunidad en estado de conmoción. Raúl Cortez, de 56 años, asesinó de un disparo a su esposa, Paulina Silva, de 52, en su casa en el barrio Mariano Fragueiro. Pero lo que transforma este caso en un horror aún más profundo es que su nieto de apenas cuatro años presenció el crimen y siguió al femicida cuando este se dirigió a la comisaría para confesar el crimen.
La jornada comenzó como cualquier otra. Paulina, entrenadora de fútbol femenino en el Club Guido Spano Marull, estaba tomando mates, una rutina habitual antes de empezar su día, cuando desde atrás y por sorpresa apareció su marido - con quien tuvo siete hijos - y le disparó en la cabeza.
Cortez, quien se dedica a la parquización, salió del domicilio poco después del crimen, alrededor de las 6 de la mañana. Sin mostrar signos de querer escapar, caminó hacia la comisaría para confesar lo ocurrido. Pero no estaba solo. Su nieto lo seguía, corriendo detrás de él, según contaron testigos del caso.
La Policía secuestró un arma carabina calibre 22 largo con la que el femicida disparó a Paulina y detuvo al hombre de manera inmediata. El comisario Martín Castro, encargado del caso, confirmó que existían antecedentes de violencia en la relación de la pareja. Paulina había presentado una denuncia contra Cortez, aunque no se precisó si había una restricción de acercamiento vigente o si la pareja convivía al momento del hecho, ya que la causa está bajo secreto de sumario, indicó El Doce.
“No puedo detallar más por ahora, pero este hecho es el resultado de un contexto de violencia familiar previo”, aseguró Castro. La investigación ahora quedó liderada por la Fiscalía de Violencia Familiar y de Género del Sexto Turno.
La noticia se esparció rápidamente por el pueblo. Isabel Silva, prima de la víctima, relató a los medios que vio a Cortez cruzar la ruta después del crimen. “Lo vi corriendo, pero jamás pensé que había hecho algo así. El nene iba detrás de él”, comentó.
Paulina era conocida y querida en La Para, no solo por su trabajo como entrenadora de fútbol femenino, sino también por su carácter solidario y comprometido. En un emotivo posteo en redes sociales, el Club Guido Spano Marull expresó su dolor: “El Fútbol Femenino está de luto. Nos entristece mucho el fallecimiento de Paulina Silva. Mis más sentido pésame a sus hijos. Que brille para ella la estrella que no tiene fin".
Se trata del segundo femicidio en Córdoba en 24 horas. Jesica Domínguez fue apuñalada por Ezequiel Suárez, su ex. El cuerpo de la mujer fue hallado por una de sus hijas, de 13 años, cuando volvió del colegio. Domínguez tenía botón antipánico y consigna policial en la puerta de su casa.