Grok y la certificación de que todo puede ser falso

Javier Milei con un tatuaje del “Che” Guevara. Lionel Messi tomando mate en la plaza Independencia. Paul McCartney tomándose una foto con un John Lennon de casi ochenta años. Estas fueron algunas de las postales que circularon la semana pasada por miles de cuentas de redes sociales. Eran creaciones de altísima calidad e hiperrealistas generadas por Grok, el asistente de inteligencia artificial lanzado por X, la compañía de Elon Musk, que se liberó para todos sus usuarios.

Grok fue relanzado este 9 de diciembre con una nueva capacidad de generación de imágenes impulsada por un modelo de IA llamado Aurora. Este modelo está entrenado con miles de millones de datos de la web y, según el blog de la empresa, comprende el mundo de forma profunda y sobresale en la representación fotorrealista. A todos sorprendió la definición que presentaron sus imágenes, publicadas por usuarios de todo el mundo que intentaban crear situaciones inéditas, irónicas y siempre creativas. Aurora se destaca, según explican sus creadores, por su capacidad para generar imágenes de alta calidad en zonas donde otros modelos suelen tener dificultades, como la representación precisa de detalles visuales del mundo real, texto, logotipos y retratos humanos realistas. Es decir, el lanzamiento de este producto estuvo pensado específicamente en la posibilidad de que los usuarios pudieran jugar con patrones casi realistas y por eso impactó por sus resultados.

Los “promts”, o instrucciones que se suelen enviar a un asistente de IA como Grok, suelen estar basados en texto, pero el nuevo modelo Aurora admite entradas multimodales; es decir, también se pueden enviar imágenes para recrearlas o generar nuevas a partir del archivo original. Esta nueva funcionalidad ya está disponible en X en algunos países seleccionados y se implementará para todos los usuarios en una semana. Justo en estos días, Google y OpenAI también están promocionando sus nuevos sistemas multimodales, con los que el usuario podrá darle instrucciones a Gemini o ChatGPT con videos, imágenes o audio. Se adviene una nueva etapa en el modo en el que interactuamos con estos asistentes a los que podremos hacerles preguntas o darles instrucciones mucho más precisas y seguramente tendremos respuestas de mayor calidad. Por ejemplo, podemos enviarle una foto y preguntarle qué es lo que ve o mostrarle algo roto para que nos ayude a repararlo. Si bien estas instrucciones podrían facilitarnos la vida cotidiana, los avances en la ciencia, los negocios y otros campos de conocimiento pueden ser realmente significativos.

El hiperrealismo de Grok fue inédito. Hubo usuarios que compararon imágenes generadas por ChatGPT a partir de la misma instrucción y la diferencia fue notable a favor del asistente de X. Nos adentramos en una época en la que la IA generativa se pone más precisa y poderosa que antes. Además, los usuarios ya están familiarizados con el flujo creativo en estas plataformas y seguramente veremos que las distintas compañías elevarán las capacidades de sus modelos. En breve también seremos testigos de grandes avances en video y, de hecho, tanto Google como OpenAI ya tienen generadores multimedia accesibles para determinados usuarios.

Imágenes, videos y audios ficticios. El mundo que conocíamos hasta ayer se hizo más complejo aun y la distinción entre lo real y lo artificial nos atravesará de manera problemática en los próximos meses. La efervescencia de Grok lanzó a los usuarios a publicar fotos trucadas en sus redes sin aclarar su origen y en pocos segundos se podía materializar una imagen que hasta ese momento era solo mental. ¿Cómo distinguiremos, entonces, lo real? ¿Lo auténtico seguirá siendo un valor o estamos dispuestos a renunciar a esa posibilidad y a convivir de manera escéptica ante las representaciones diarias?

Grok nos recuerda también otro dilema y es que el adjetivo “artificial” puede ser utilizado como antónimo de diversas palabras que entre sí no son sinónimos. Lo real no es igual a lo natural, como tampoco es equivalente a lo auténtico, por solo utilizar tres conceptos que podríamos oponer al primero. Más allá de las distinciones, el avance de estas plataformas pondrá en jaque el modo en el que validamos lo que creemos y el enigma por resolver esa encrucijada es por ahora lo único certero.