Con apenas 21 años, Nicolás Romero, oriundo de Chumbicha (Catamarca) se ha consolidado como una de las joyas del plantel de Atlético Tucumán. En lo que va del año, el defensor disputó 37 partidos y se convirtió en una pieza fundamental del equipo dirigido por Facundo Sava.
Su posición, su perfil y su juventud lo convierten en un jugador muy codiciado; y en los próximos mercados de pases, seguramente su nombre resonará en las oficinas de clubes interesados en ficharlo.
Romero, quien llegó al “Decano” siendo muy joven, tiene una conexión especial con el club. Y pese a su juventud, reflejó su madurez tanto dentro como fuera del campo, dejando en claro que su principal objetivo es que cualquier posible transferencia beneficie tanto a él como a la institución que lo formó.
“Estoy tranquilo”, aseguró Romero al ser consultado por LA GACETA sobre las especulaciones en torno a su futuro, que año a año parecen aumentar. “Me ha pasado desde que empecé a jugar, que a fin de año se hablaba muchísimo. Se decían muchas cosas, pero yo estaba tranquilo, sabía que tenía que volver a Atlético. Ahora también voy a venir en enero para entrenarme; después se verá”, dijo en relación al receso que para los jugadores comenzará ni bien Andrés Merlos marque el final del partido.
El defensor destacó su gratitud hacia Atlético, recordando los sacrificios realizados durante su etapa de formación. “Me vine desde Catamarca siendo muy chico y sufrí un montón al alejarme de mi familia. Después, cuando empecé a jugar, también sufría mucho los partidos que no ganábamos. Trataba que mi familia no viniera a la cancha para que no la pasen mal ellos también. Lo sufría solo, con mis compañeros y con mis amigos de Tucumán”, recordó el catamarqueño.
La humildad y el sentido de pertenencia son características que definen a Romero, quien no ocultó su deseo de progresar en su carrera. Eso sí, siempre aseguró que su mirada está puesta también en el bienestar del club. “Siempre digo que mientras sea lo mejor para el club y que quede un beneficio también para Atlético, será bueno. Esta institución me dio todo desde muy chico; me formó como jugador y como persona. Por eso creo que le debo mucho. Entonces, mientras le quede un beneficio voy a estar contento. Mii familia también va a estar feliz”, agregó.
El catamarqueño ya estuvo en la mira de varios equipos durante los mercados de pases anteriores, y su crecimiento futbolístico no hace más que reforzar el interés en él. Con una experiencia significativa en Primera División a pesar de su corta edad, Romero es una tentación para cualquier club que busque un defensor con presente y con una buena proyección a futuro.
Sin embargo, su compromiso con el “Decano” no pasa desapercibido. “Ellos (los hinchas) saben que si me voy va a ser lo mejor para mí y para Atlético. Si no es por eso, yo no me iría. Dios quiera que venga algo, pero si no seguiré peleando en el día a día por este club”, agregó, dejando en claro que no tiene apuro en salir de 25 de Mayo y Chile, y que su prioridad es seguir creciendo independientemente de que sea en Tucumán o en cualquier otro destino.
Por ahora, Romero se prepara para lo que será un nuevo año con el “Decano”, consciente de que su desempeño lo ha puesto en el radar del fútbol argentino y posiblemente también del exterior.
Atlético sabe que tiene entre sus filas a un jugador con una muy buena proyección a futuro y no caben dudas de que las próximas semanas podrían traer novedades sobre su futuro o al menos están preparados para eso.