Del futsal tucumano a abrirse paso en Alemania: la historia de Erick Fraszczak

Juega en el TSV Grünwald, un equipo de Munich que disputa la Bayernliga, es decir, la quinta división de los teutones.

JUNTO A SUS ALUMNOS. Fraszczak es profesor de las categorías Sub-11 y Sub-12 de TSV Grünwald, de Múnich; “Por mes, me pagan 100 euros a modo de incentivo porque no es un trabajo formal”, contó. JUNTO A SUS ALUMNOS. Fraszczak es profesor de las categorías Sub-11 y Sub-12 de TSV Grünwald, de Múnich; “Por mes, me pagan 100 euros a modo de incentivo porque no es un trabajo formal”, contó.

La vida de Erick Fraszczak, de 19 años, cambió radicalmente desde que se instaló en Alemania. Nacido en Gladbeck, un pequeño municipio ubicado al noroeste del país europeo, creció en Tucumán. Estudió en el Gymnasium de la UNT, se dedicó al fútbol, hizo inferiores en el CEF18 y tuvo un breve paso por el futsal. Aunque la mayor parte de su historia la construyó en Argentina, siempre estuvo vinculado a la cultura germánica. “Mis amigos me decían ‘El Alemán’ y siempre me cargaban porque mi DNI comienza con 94 millones”, contó.

Recientemente, decidió mudarse a Grünwald, un municipio de Munich, para vivir la “experiencia europea”. En apenas seis meses, se adaptó a los usos y costumbres alemanes: estudia el idioma, consiguió trabajo, juega al fútbol en el TSV Grünwald —un equipo que compite en la Bayernliga Süd, la quinta división del fútbol teutón— y planea estudiar un ausbildung (una carrera técnico-profesional).

QUIERE LLEGAR A PRIMERA. El joven tucumano, de 19 años, tiene como objetivo jugar en el primer equipo de TSV Grünwald para disputar la Bayernliga. QUIERE LLEGAR A PRIMERA. El joven tucumano, de 19 años, tiene como objetivo jugar en el primer equipo de TSV Grünwald para disputar la Bayernliga.

Para Fraszczak, tener la nacionalidad alemana facilitó su instalación en el Viejo Continente, aunque tuvo dudas antes de tomar la decisión. El desarraigo y la distancia de sus afectos cercanos eran temas que lo inquietaban, pero la motivación de su familia fue clave para dar el paso. “Mi madrina, que vive hace varios años en Alemania, me ofreció quedarme en su casa. Aunque al principio no estaba completamente convencido, ella me compró el pasaje, y me vine”, recordó.

Su historia

La familia de Fraszczak siempre estuvo relacionada con el país europeo. El primer vínculo se dio gracias a su abuelo alemán, quien emigró a Buenos Aires para estudiar la Licenciatura en Biología. “Conoció a mi abuela, que era de Catamarca, y decidió quedarse a vivir. Es por eso que mi papá pudo obtener la nacionalidad”, contó.

Buscando nuevas oportunidades, su padre hizo el recorrido inverso al de su abuelo: viajó a Alemania y se instaló en Gladbeck, ciudad que fue su hogar durante 15 años, hasta 2011. “Hice jardín de cinco años y, después de eso, nos vinimos a Argentina”, relató. El cambio fue enorme: dejó de hablar alemán y se adaptó por completo a la cultura argentina. “Aunque nací en Alemania, siempre sentí más cariño por Argentina. Es el país que me representa y el que me llevó a todos lados. Lo único que mantuve fue mi amor por el Schalke 04, el club del que soy hincha y que siempre seguí a pesar de la distancia”, comentó.

En Tucumán, el joven se enamoró del fútbol. De niño, hizo inferiores en el CEF18 y, antes de migrar, jugó al futsal. “Me encantaba jugar los intercolegiales e ir al club porque lo tenía cerca”, expresó.

CON SUS COMPAÑEROS. Apenas llegó a Alemania, el joven buscó un club para seguir disfrutando de su gran pasión. CON SUS COMPAÑEROS. Apenas llegó a Alemania, el joven buscó un club para seguir disfrutando de su gran pasión.

El fútbol alemán

TSV Grünwald –la traducción es “bosque verde”- es un equipo que milita en la Bayernliga, la quinta división de Alemania. El equipo se encuentra en la posición 19° con 19 unidades y está peleando el descenso. “Si bien los jugadores ganan plata, no es considerado un sueldo, sino una especie de incentivo. Por eso cada uno tiene un trabajo aparte”, explicó.

Fraszczak, en tanto, asegura que todavía no se ganó un lugar estable en la Primera del club, aunque ese es el objetivo de cara a la siguiente temporada. “Soy titular en el equipo de la Kreisklasse, que sería el campeonato local de la región. Es una especie de Reserva. Aunque ya entrené varias veces con el equipo de Primera y tengo chances de subir”.

La ciudad de Grünwald, según explica, se caracteriza por tener un alto poder adquisitivo y alojar a grandes personalidades del deporte. “Todos son chetos y tienen mucha plata. Viven todos los ex jugadores. Hace poco, Lotthar Matthaus, Arjen Robben y los hijos de Miroslav Klose entrenaban en el club. Eso hace que haya instalaciones de primer nivel en comparación a las de Tucumán”, detalló.

Fraszczak, asimismo, es coentrenador de divisiones inferiores dentro del club. ¿Cómo hizo que lo tengan en cuenta? “En las primeras semanas que me sumé al club, conocí a Elmes, un hombre de El Salvador que es DT de la Sub-11 y la Sub-12. Él me alentó a que me dedicase a entrenar a los niños y me está yendo bastante bien. Es algo que me gusta. El equipo de los más chicos es muy bueno y tiene grandes resultados en su división; el de los más grandes es un poquito más complicado, je”, opinó. “Me pagan 100 euros por hacerlo. Al no ser un trabajo formal, nos dan una especie de premio”, añadió.

EN LA ESCUELA DE ALEMÁN. Erick Fraszczak asiste a una escuela estatal para aprender el idioma del país germánico. EN LA ESCUELA DE ALEMÁN. Erick Fraszczak asiste a una escuela estatal para aprender el idioma del país germánico.

La adaptación

El Jobcenter es una entidad de la Agencia Federal de Empleo de Alemania. El joven dice que el organismo brinda diferentes ayudas para la adaptación para los extranjeros. “Si estudias alemán en las escuelas estatales, te dan una ayuda económica que sirve para que podamos vivir. Obviamente hacen un seguimiento exhaustivo sobre tus avances”, señaló.

También dijo que consiguió trabajo de manera rápida. “Laburo en una oficina de impuestos. Mi tarea es acomodar carpetas, escanear archivos y subirlos al sistema. Me pagan 15 euros la hora, que está muy bien para lo que hago”, explicó.

El próximo paso de Fraszczak es la preparación. El joven quiere formarse para ejercer como electricista. “Los ausbildung te dan una rápida salida laboral”, comentó.

Más allá de que disfruta del presente, el joven asegura que no se imagina toda una vida en Alemania. “Solo vine para vivir la experiencia, pero estoy seguro de que en un par de años volveré”, cerró.

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