Hace 30 años el fútbol italiano invadía Tucumán con las visitas de Roma y Napoli

En 1994, San Martín y Atlético se enfrentaron a los equipos del Calcio con resultados dispares.

Hace 30 años el fútbol italiano invadía Tucumán con las visitas de Roma y Napoli

La tarde-noche del 16 de mayo de 1994 fue histórica para el fútbol tucumano. En otras ocasiones, la provincia ya había recibido equipos internacionales. El Santos de Pelé jugó en el José Fierro en 1966, mientras que, en 1978, el New York Cosmos de Franz Beckenbauer disputó un amistoso en La Ciudadela. ¿Pero recibir a dos equipos extranjeros el mismo día? Algo difícil de imaginar, pero se concretó con la presencia de dos conjuntos italianos: Napoli y Roma.

Tras finalizar la temporada 1993-94 y en la previa del Mundial de Estados Unidos, los dos equipos italianos llegaron a Argentina para disputar una serie de amistosos. Una de sus paradas fue Tucumán, donde jugaron encuentros frente a Atlético y San Martín, equipos que en ese momento competían en la Primera B Nacional en busca del ascenso a Primera.

Ambos equipos italianos venían de una temporada regular. Napoli había terminado en el sexto lugar de la Serie A, lo que le permitió clasificar a la Copa de la UEFA de la siguiente temporada, mientras que Roma finalizó séptimo, sin boleto a competencias internacionales.

Lo que hizo aún más especial la llegada de Napoli y Roma a Tucumán fue que los partidos que disputaron se jugaron el mismo día y en el mismo lugar. La Ciudadela fue el escenario elegido para albergar este evento histórico, que se desarrolló durante varias horas aquel lunes 16 de mayo.

Una fiesta del fútbol

La jornada comenzó a las 18:30, con el amistoso entre Napoli y Atlético. El partido terminó 2-0 a favor de los “Gli Azzurri”, que se llevaron la Copa LA GACETA gracias a los goles de uno de sus referentes, el defensor Ciro Ferrara (premiado como el mejor jugador del encuentro), y del delantero Giorgio Bresciani, quien apenas había marcado un gol en toda la temporada y posteriormente dejaría el club.

Napoli, dirigido en ese entonces por el brasileño nacionalizado italiano Angelo Sormani, contaba con figuras como el polémico delantero Paolo Di Canio, conocido por su afinidad con las ideas de Benito Mussolini. Además, en la delegación estaba un joven Fabio Cannavaro, quien no jugó esa tarde-noche en Tucumán, pero años después se consagraría como uno de los mejores defensores de la historia.

Según las crónicas de LA GACETA, Napoli fue superior en líneas generales, aunque no pudo reflejarlo en el marcador durante el primer tiempo. Los goles llegaron recién en la segunda mitad, ante un Atlético que, según los reportes, mostró un juego “intrascendente”. Para ese partido, el “Decano” no contó con Guido Aballay ni con Walter Jiménez, habituales titulares. La formación dirigida por Guillermo Reynoso fue la siguiente: Rafael Centurión; Héctor Centeno, Marcelo Tapia, Jorge Jerez y Víctor Hugo Morales; Néstor Sosa, Francisco Pacheco, Daniel Hernández y Sergio Elías; Facundo Gareca y Fernando Urcevich. En el segundo tiempo ingresaron Pablo Jemio Portugal, Gustavo Guevara y Eric Ginel.

Hace 30 años el fútbol italiano invadía Tucumán con las visitas de Roma y Napoli

“Es hermoso, como experiencia, haber compartido un partido así, tan importante, con un rival del prestigio de Napoli. Estoy más que satisfecho, al margen del resultado, pero quedó claro que podemos jugar contra equipos de esta jerarquía”, contó tras el partido Marcelo Tapia, defensor “Decano”. Atlético, por esos días, peleaba por clasificar al Octogonal donde se definían los ascensos, algo que terminó logrando con lo justo.

La gran sorpresa

El evento continuó a las 21:00, con el duelo entre San Martín y Roma. Contra todos los pronósticos, fue el “Santo” quien se quedó con el triunfo por 1-0, gracias al gol de José “Cachi” Zelaya en el primer tiempo.

El partido perdió algo de atractivo en la previa debido a la ausencia de Claudio Paul Caniggia. El exdelantero de la Selección Argentina, quien venía de un parate de poco más de un año tras haber dado positivo en un control antidopaje en Italia, formó parte de la delegación de Roma que disputó amistosos en el país. Sin embargo, fue baja para el partido en Tucumán debido a una supuesta lesión sufrida en el amistoso ante Independiente días atrás.

“Quería jugar. Vine para eso. Pero cuando intenté elongar en el hotel, momentos antes de salir hacia el estadio, sentí una molestia muy grande y preferí no arriesgar”, explicó Caniggia tras el encuentro. Lo cierto es que el “Pájaro” viajó al día siguiente a Chile para jugar un amistoso con la Selección Argentina. Aunque no sumó minutos en ese encuentro, posteriormente formó parte del plantel que disputó el Mundial de Estados Unidos, recordado por el dopaje positivo de Diego Armando Maradona.

Caniggia no fue el único mundialista en el plantel de Roma. También estuvo el defensor brasileño Aldair, quien se enteró días después de su paso por Tucumán de que había sido convocado al Mundial. Inicialmente no estaba en la lista, pero una hepatitis sufrida por Mozer, uno de los defensores convocados, llevó al técnico Mario Alberto Zagallo a incluirlo. Aldair terminó siendo parte del equipo que ganó el cuarto título mundial del “Scratch”.

Ni su presencia (ingresó sobre el final) ni la categoría del plantel de Roma, dirigido por Carlo Mazzone, evitaron la derrota del equipo italiano. San Martín, que por entonces era protagonista de la Primera B Nacional (caería en semifinales un par de meses después), dejó una gran imagen esa noche en La Ciudadela.

La formación del “Santo”, dirigida por Horacio Bongiovanni, fue la siguiente: Claudio Ibarra; Mario Jiménez, Ramón Galarza, Gustavo Rescaldani y Daniel Sansone; José Maná, José Montelongo, Ricardo Solbes y Daniel Bini; Carlos Scimé y Zelaya. En el segundo tiempo ingresaron José María Jerez, Julio Berthalet, Marcelo Molina y Roberto Lucena. El equipo conquistó la Copa San Miguel de Tucumán.

“Se ganó un encuentro muy duro y emotivo, porque estos partidos no se dan todos los días. Nos esforzamos al máximo para lograr este triunfo”, declaró Mario Jiménez, elegido jugador del partido. Incluso, recibió elogios de periodistas italianos que cubrieron el evento. “Podría jugar en el campeonato italiano”, aseguraron.

Treinta años después, que un equipo europeo pase por Tucumán parece más una utopía que una posibilidad real. Sin embargo, en 1994, sucedió, y no con uno, sino con dos equipos muy importantes del Viejo Continente.

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