Tucumán: las claves de la baja de homicidios en 2024

1). La cifra más baja en 12 años

En 2024 se contabilizaron 61 homicidios, un 25% menos con respecto al año pasado que fueron 82. Terminó transformándose en la cifra más baja de los últimos 12 años, superando la marca de 81 crímenes registrados en 2022.

Hasta el momento sólo dos provincias dieron a conocer la cantidad de muertes violentas registradas el año pasado. En Santa Fe, que incluye los números de la sangrienta Rosario, se contabilizaron 176 homicidios, un 55,5% menos que los 398 registrados en 2023. Mendoza reportó que el año pasado tuvieron 71 crímenes, cinco más que en 2023.

A nivel nacional, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich había anticipado que la disminución de los índices de homicidios rondaría el 15%, por lo que Tucumán duplicará la media del país.

2). Los intravecinales, los más numerosos

Los crímenes por violencia intravecinal fueron los únicos que aumentaron en 2024. El año pasado, según los registros oficiales, fueron 32, mientras que en 2023 se contabilizaron 25, es decir que el incremento llegó a más del 20%. De estos crímenes, 24 se registraron en la capital tucumana, lo que representa más del 70%. Las zonas rojas son las que están ubicadas en las jurisdicciones de las seccionales 4ª y 5ª, en el sur y el norte de San Miguel de Tucumán. El municipio de Las Talitas aparece como la ciudad del interior en la que mayor casos de homicidios intravecinales se contabilizaron. En Concepción, Alderetes, Famaillá y Tafí Viejo también se registraron homicidios de estas características. En este apartado están contempladas las muertes de tres reclusos que se contabilizaron en 2024.

3). Bajaron las muertes por inseguridad

Los índices de homicidios son importantes porque son los únicos que reflejan lo que sucede en las calles. Todo por una sola razón: las muertes no se pueden ocultar. Estas cifras definen el destino de funcionarios o sirven para ajustar cualquier tipo de plan. En Tucumán, en 2024 se contabilizaron 14 crímenes en situación de robo, también llamados de la inseguridad. En 2023, el número de personas que perdieron la vida durante un ilícito de este tipo fue de 25. La disminución fue de más del 40%. En este ítem hay que diferenciar que de las 14 personas que fallecieron, siete murieron por sufrir un delito contra la propiedad. Pero también hubo seis asaltantes que fueron asesinados por las personas a la que quisieron robar. En tanto hubo un tucumano que murió al quedar en medio de un tiroteo durante un hecho de inseguridad.

4). El robo de motos generó más muertes

El mercado negro de motos y de motopartes sigue provocando muertes en la provincia. El 50% de los homicidios en situación de robo registrados en 2024 tuvo que ver con esta modalidad delictiva. En 2023 el porcentaje no superó el 40%.

El año pasado cuatro personas perdieron la vida cuando fueron asaltados para llevarse la moto en la que circulaban. En tanto que tres delincuentes fueron ultimados por las víctimas de robos de motocicletas.

Hubo un caso emblemático que define esta situación. El sábado 21 de diciembre, el cabo de la Policía Víctor Hugo Espinoza falleció al enfrentarse con los delincuentes que quisieron robarle la motocicleta en la que se trasladaba. La víctima hirió mortalmente a Giovani Orquera, un joven que estaba en libertad condicional por una causa de robo de este tipo de medio de transporte.

5). El conmovedor final de tres niños

Los crímenes de niños siempre conmueven en la sociedad por una sola razón: son indefensos y sinónimo de alegría. En las zonas rurales aún existe la creencia de que cuando un pequeño muere, inmediatamente se transforman en “Angelito”. En 2024 hubo tres casos que movilizaron a los tucumanos.

El primero de ellos fue el de “Benja”, que después de haber estado desaparecido varios meses, se descubrió en marzo que sus padres  habían asesinado a golpes al niño de cuatro años en Atahona. En agosto, a Luján (9) la mató su tío luego de haber supuestamente abusado de ella. El femicida intentó eliminar el cuerpo en el fondo de su vivienda. En diciembre, un niño de tres años murió al recibir una pedrada durante una pelea entre dos familias que se registró en el barrio Nueva Baviera, de Famaillá.

6). Se mantuvo el índice de femicidios 

“Este es un proceso que llevará su tiempo. Todos deben acostumbrarse a las nuevas condiciones y a un ritmo de vida diferentes”, explicó Agüero Gamboa. “No sólo me refiero a los internos, sino también a los familiares y al personal del Servicio Penitenciario”, añadió.

Según los datos a los que pudo acceder LA GACETA, uno de los problemas es lograr que los detenidos tengan el hábito de bañarse todos los días. “Lamentablemente, muchos de los que están aquí pasaron años en los calabozos de las comisarías que no tenían duchas”, explicó un guardiacárcel. También explicó que muchos mostraron problemas físicos por haber estado encerrados en lugares hacinados donde sólo podían estar parados, sentados o acostados. “Mi hijo, antes de moquearse, jugaba al fútbol. La última vez que lo vi no sé si está en condiciones de caminar cinco cuadras”, indicó Lucio González.

7). Bajaron los crímenes narcos 

Los homicidios vinculados a cuestiones de droga fueron los que más disminuyeron en 2024. El año pasado se registraron dos crímenes por este móvil, mientras que en 2023 fueron contabilizados 11, que también había tenido una baja con respecto a 2022. La caída está estrechamente vinculada a la aplicación de la ley de narcomenudeo, que el 30 de noviembre cumplió dos años de vigencia.

La fiscala general de Santa Fe María Cecilia Vracinich, en una entrevista publicada por el diario “La Capital” de Rosario, aseguró: “la ley de microtráfico que se aplica desde hace un año en nuestra provincia nos permitió investigar los hechos y el fenómeno criminal de manera integral, lo cual impactó claramente en la baja de los índices de violencias, especialmente en los grandes centros urbanos”. “Permitió recuperar los barrios que estaban cooptados por la violencia extrema”, añadió.

8). El análisis de Agüero Gamboa 

“La baja fue importante porque demuestra que nuestro plan de seguridad está funcionando”, aseguró el ministro Eugenio Agüero Gamboa. “Ahora el desafío será mejorar los números en este 2025, no alcanza con mantenerlos”, añadió en una entrevista con LA GACETA. El funcionario sostiene que fueron tres las razones por las que se logró la disminución de los homicidios el año pasado. “La mayor presencia policial en las calles fue una de las más importantes. El segundo, los casos fueron resueltos en un 100% y eso también es importante. Por último, la aplicación del código procesal penal. El digesto permite que haya condenas en plazos cortos. Antes, el acusado podía esperar hasta 12 años para ser enjuiciado”, comentó Agüero Gamboa. El ministro aclaró que también fue importante que la Policía haya recuperado lugares claves que antes estaban en poder de los delincuentes.

9). La opinión de un especialista 

“Este es el resultado del impacto que genera la mayor presencia policial en las calles”, aseguró el especialista en seguridad Federico Pelli. El ex militar también coincidió con que este código favorece la resolución de conflictos que antes terminaban con un homicidio. “Se enfrentaban dos vecinos y nadie hacía nada. Ahora, interviene la Policía y la Justicia aplicando todo el peso de la ley y el autor de la agresión queda detenido. El mensaje llega”, advirtió. Pelli dijo que no lo sorprendió la baja, ya que Tucumán tiene esta tendencia desde hace cuatro años. “Objetivamente se debe decir que con la gestión de Osvaldo Jaldo no sólo se priorizó la seguridad, sino que brindó un claro apoyo político a la fuerza”, agregó. “Ahora bien hay qué hacer dos preguntas: ¿dónde estaban antes los uniformados? ¿Se hacen controles? Esta última tiene que ver con el asesinato del policía por parte de un joven que estaba con tobillera”, finalizó.