El campo espera señales y una menor carga impositiva

El campo argentino comenzó el 2025 con la calculadora en la mano y en alerta por el futuro de la  actividad. Aunque la mayoría de las organizaciones del sector tienen expectativas con la administración de Javier Milei, suenan cada vez más fuertes las voces para “equilibrar la cancha” en la competencia con los mercados internacionales, quitar presión impositiva y mejorar la rentabilidad. También se sumaron reclamos de gobernadores de las provincias más productivas para eliminar retenciones.

“Nosotros estamos pagando insumos, servicios y mano de obra a precios liberales pero vendemos la producción a valores kirchneristas. ¿Qué quiere decir esto?, que la presión impositiva se mantiene y crece en todas las etapas de nuestra actividad. Hoy para el productor agropecuario, los márgenes son nulos y hasta negativos en algunos casos”, graficó Gonzalo Blasco, de la Asociación de Productores Agrícolas y Ganaderos del Norte (Apronor).

En tanto, en la Sociedad Rural de Tucumán (SRT) coincidieron con ese diagnóstico. “Estamos expectantes con el Gobierno nacional, pero esperamos que se quiten las retenciones. Aunque el dólar esté atrasado, si se avanza con esa medida la actividad podría mejorar su rentabilidad. Hoy los números no dan y está siendo complicado seguir. No sabemos que deparará el futuro”,  dijo José Frías Silva (h), titular de la entidad agropecuaria en la provincia.

En las últimas semanas del 2024, tres empresas proveedoras de insumos para el campo se declararon en default. En una comunicación oficial a la Comisión Nacional de Valores, las empresas de insumos para el agro, los Grobo y Agrofina confirmaron que no pudieron cumplir con el pago de un pagaré bursátil por U$S 100.000. Además anticiparon complicaciones para pagar deudas por U$S 10 millones hasta marzo. Días antes, Surcos, otra firma del sector, informó de un embargo por más de U$S 7,5 millones.

El diagnóstico de los referentes nacionales del sector es similar al de sus pares tucumanos. El combo de apreciación cambiaria, caída de precios internacionales y alta presión tributaria deja a los productores en una situación compleja. Carlos Castagnini, presidente de Confederación Rural Argentina (CRA), sostuvo que las retenciones, junto con la presión fiscal y los bajos precios internacionales, están asfixiando al productor. “Si eliminamos las retenciones, podemos duplicar la producción en dos años. No hay tiempo para más demoras”, subrayó.

Lucas Magnano, presidente de Coninagro, advirtió sobre los riesgos crecientes para el agro tras los efectos de la sequía y el default de empresas como Los Grobo. “La cadena productiva está muy golpeada. Sin un alivio fiscal inmediato, corremos el riesgo de más quiebras”, alertó.

Martín Llaryora, gobernador de Córdoba, precisó desde Río Cuarto que las medidas de alivio al sector agropecuario no pueden esperar.

Frías Silva, en tanto, recalcó en la necesidad de bajar impuestos nacionales y provinciales.  “Tenemos que tratar de ser más competitivos, se mejorar la cadena de valor de nuestros productos. Pero para ser más eficientes necesitamos que sea viable producir”, insistió el titular de la SRT. Blasco, referente de Apronor, aclaró que el sector no pide una devaluación. “Eso es pan para hoy y hambre para mañana. Pero si no nos bajan la presión impositiva es cada vez más difícil producir, sobre todo para quienes trabajamos en el NOA”, dijo.

El año pasado, el ministro de Economía Luis Caputo definió con objetivo del Gobierno a la eliminación de las retenciones. “Es el camino”, sostuvo en varias oportunidades pero evitó dar plazos para avanzar con esa medida. Los ruralistas advierten, como otras veces, que los tiempos de la política no son los de su actividad.