Japón ofrece a los jóvenes trabajo remoto, pago de estudios y otros beneficios ante la falta de empleados

Japón enfrenta una creciente escasez de mano de obra debido al envejecimiento de su población y a la baja natalidad en los últimos años. Este fenómeno está llevando a las empresas a tomar medidas innovadoras para cubrir vacantes y garantizar el futuro de su economía. Uno de los grupos más beneficiados por esta situación es la Generación Z, que está siendo cortejada por las empresas antes de finalizar sus estudios, con atractivas ofertas laborales que incluyen beneficios como el pago de su educación o subsidios para vivienda.

De acuerdo con un informe de 2024 del instituto de investigación Shushoku Mirai Kenkyusho, más del 40% de los graduados de la Generación Z en Japón ya recibieron al menos una oferta de trabajo antes de finalizar su carrera. Lo que sucede es que, a medida que la población activa en Japón envejece y las tasas de natalidad continúan cayendo, las empresas se enfrentan a una falta de trabajadores jóvenes capacitados. Ante esta situación, muchas compañías están recurriendo a la Generación Z, ofreciéndoles ofertas laborales antes de que finalicen sus estudios universitarios.

Una de las estrategias que están utilizando las empresas incluye el pago de los préstamos estudiantiles o el subsidio para vivienda, beneficios muy apreciados por los jóvenes, quienes enfrentan altos costos de vida, especialmente en las grandes ciudades japonesas. Esta tendencia cobró fuerza en un contexto económico desafiante, donde la inflación afectó incluso a productos básicos como el ramen, que es uno de los alimentos más queridos del país.

El mercado laboral japonés está en una situación tan ajustada que las empresas se ven obligadas a reclutar estudiantes universitarios antes de su graduación. Aunque Japón comenzó a abrirse más a la contratación de talento extranjero, las barreras idiomáticas siguen siendo un obstáculo importante. En este sentido, las empresas continúan enfocándose principalmente en la búsqueda de talento nacional para cubrir las vacantes en un mercado altamente competitivo.

Medidas inéditas ante la crisis demográfica

La crisis demográfica en Japón, con una tasa de natalidad históricamente baja, está afectando gravemente a la fuerza laboral. Según datos del Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar de Japón, la población activa de entre 20 y 24 años disminuyó un 36% en los últimos 30 años. Se estima que, si esta tendencia persiste, Japón enfrentará una escasez de 11 millones de trabajadores en el futuro cercano.

Como respuesta, algunas compañías han comenzado a invertir en soluciones innovadoras, como ofrecer viviendas patrocinadas por el empleador. Nippon Life, una de las aseguradoras más grandes del país, construyó en 2023 un edificio de 200 habitaciones para sus empleados, en una zona residencial cercana a Tokio, con un costo de alquiler significativamente más bajo que el promedio del área. Por su parte, la empresa Itochu invirtió en un alojamiento exclusivo para sus empleados, con servicios adicionales como cafeterías y saunas.

La escasez de mano de obra y la competencia por atraer talento han forzado a Japón a reconsiderar su cultura laboral tradicional. Aunque el país ha sido conocido por sus estrictas jerarquías y largas jornadas laborales, en los últimos años se ha observado un cambio en la forma en que las empresas gestionan a sus empleados. Este fenómeno no sólo es relevante para Japón, sino que podría ser un adelanto de lo que otros países con problemas similares de envejecimiento poblacional podrían enfrentar en un futuro cercano, buscando atraer a los jóvenes con incentivos cada vez más atractivos.