Superó la pérdida de su padre, jugó durante un año en Colombia y regresó a Atlético Tucumán para darlo todo

Marcelo Ortíz pasó un buen año desde lo deportivo, pero triste en lo familiar; ahora dice estar dispuesto a ir por todo en el "Decano"

PRESENTE. El marcador central tuvo su primer paso por Atlético entre el 2019 y el 2023. PRESENTE. El marcador central tuvo su primer paso por Atlético entre el 2019 y el 2023.
08 Enero 2025

“Empecé el 2024 muy mal. A los siete días de haber llegado a Colombia, me avisaron del fallecimiento de mi papá y tuve que regresar al país. Me tocó alejarme de mi mamá en un momento muy difícil”, recuerda Marcelo Ortiz, defensor central de Atlético, quien logró sobreponerse al duro golpe de la pérdida de su padre justo cuando su carrera empezaba a despegar.

Ha pasado un año desde aquel terrible momento para los Ortiz. Aunque las heridas ya cicatrizaron, el sentimiento y la necesidad de estar cerca de sus seres queridos no cambiaron. El defensor acaba de regresar al club tras un año a préstamo en Independiente Santa Fe y puede contar con alegría que, pese a ese inicio complicado, su paso por Bogotá fue exitoso.

Al hablar de la ciudad colombiana en la que vivió durante la temporada 2024, Ortiz destaca la estabilidad del clima y las particularidades de la altura: “Es como estar en Tafí del Valle. Estás a 2.600 metros sobre el nivel del mar y la temperatura se mantiene entre 15 y 20 grados todo el año”. Aunque la altura no afecta la vida diaria, en el campo de juego es otro asunto: “Para jugar se siente, sobre todo en los primeros meses. Te cuesta un poco más recuperar cuando haces un pique largo”, remarcó.

En lo deportivo, el balance que hace el defensor es claramente positivo. Llegó al club colombiano con la intención de afrontar nuevos desafíos y encontró su lugar en un equipo con altas aspiraciones: “El técnico me llamó para formar parte de un proyecto, y desde el inicio las cosas se dieron muy bien. En el primer torneo llegamos a una final, y eso ayudó al buen funcionamiento colectivo e individual”. Ortiz jugó todo el año como central, mayormente en una línea de tres, donde se destacó como stopper por derecha, un rol que le dio mayor proyección ofensiva.

Comparando el fútbol colombiano con el argentino, el defensor señala diferencias claves en intensidad y dinámica: “En Argentina, el fútbol es mucho más intenso, se presiona más y hay menos espacios. En Colombia, en cambio, los jugadores son muy técnicos y físicamente potentes, pero hay más espacio y menos presión alta. De hecho, pocos equipos en Colombia practican esa presión constante que acá es casi una norma”. Esta particularidad, sumada a las condiciones de la altura, le permitió a su equipo implementar una estrategia que les daba ventaja. “Nosotros éramos de los pocos que presionábamos arriba. Teníamos un cuerpo técnico uruguayo que nos inculcó esa intensidad. Gracias a eso, marcamos muchos goles y logramos imponer nuestro juego”, recordó.

El cariño de los hinchas colombianos hacia Ortiz fue otro punto destacado durante su estadía. Su rendimiento en el primer semestre, donde marcó goles importantes en instancias finales, dejó una gran impresión: “Eso me marcó, y los hinchas me lo hicieron saber. En el segundo semestre, las lesiones de algunos compañeros nos complicaron un poco, pero aun así clasificamos a la fase previa de la Copa Libertadores”, dijo en relación al segundo puesto en la tabla anual, que les dio la posibilidad de jugar el torneo internacional.

Sin embargo, su continuidad en el club colombiano se vio truncada por cuestiones económicas. Ortiz explica que Independiente Santa Fe atraviesa un proceso de reestructuración institucional y financiera: “Es un club que tiene muchas deudas y está bajo intervención, por lo que la compra de mi pase siempre fue complicada. Sabíamos que sería difícil. Incluso con otro central zurdo joven que tuvo un gran año tampoco pudieron hacer uso de la opción de compra”. Aunque se manejó la posibilidad de extender el préstamo, Atlético, propietario de su pase, proyecta contar con él en 2025, lo que complicó esa alternativa.

El regreso a Tucumán representa un desafío deportivo, pero también un alivio emocional para Ortiz y su familia. “Perder a mi viejo fue un golpe muy duro para mí y mi familia, sobre todo para mi madre. Estar lejos en ese momento fue complicado, pero traté de tomarlo como una motivación para salir adelante”, confesó.

PASADO. Ortíz disputó 42 partidos y marcó dos goles en Colombia. PASADO. Ortíz disputó 42 partidos y marcó dos goles en Colombia.

Ahora, de vuelta en el “Decano”, Ortiz se encuentra listo para afrontar una nueva etapa en el club donde supo hacerse un nombre. “Antes de regresar, hablé con el cuerpo técnico (de Facundo Sava) y me expresaron su confianza. Analizaron mi año en Colombia y creen que puedo aportar mucho al equipo. Estoy acá con ganas de dar lo mejor y cumplir el año que me queda en el club”, aseguró. Además, valoró la posibilidad de estar nuevamente cerca de su familia y en un entorno que conoce bien: “Atlético es un lugar especial para mí. Nos sentimos cómodos en la ciudad y ya conocemos las necesidades del club y de la provincia”, manifestó.

El defensor también destacó el buen ambiente que encontró en el vestuario, donde ahora tiene la oportunidad de compartir equipo con Luis Miguel “Pulga” Rodríguez, un referente del club. “Es un grupo sano y muy unido. Con el ‘Pulga’ no había coincidido antes, pero tenerlo ahora como compañero es muy importante, tanto para el grupo como para el club”, agregó.

Con la mente puesta en un nuevo año, Ortiz está preparado para aportar su experiencia y consolidarse en el equipo titular. Cuando se fue, lo hizo pensando en sumar minutos, y lo logró. Tras un año con aprendizajes y desafíos, tanto dentro como fuera del campo, regresó a Tucumán con la firme intención de seguir creciendo y retribuirle al club lo aprendido en su paso por el fútbol colombiano.

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