Retroceso en el aprendizaje escolar por las vacaciones

Un estudio demuestra que a mayor grado, mayor es la pérdida de aprendizaje. Para los alumnos de 7º grado la pérdida es de 61 días.

LAS TECNOLOGÍAS. Desde la asociación instan a los padres a equilibrar el uso de pantallas con conversaciones para ejercitar la mente de los niños. LAS TECNOLOGÍAS. Desde la asociación instan a los padres a equilibrar el uso de pantallas con conversaciones para ejercitar la mente de los niños.
14 Enero 2025

El último informe que elaboró la organización civil Argentinos por la Educación sobre el impacto que tienen las vacaciones en el aprendizaje revela que los chicos sufren de un retroceso de 40 días, de los contenidos aprendidos el año anterior, cuando inician un nuevo ciclo lectivo.

Irene Kit, presidenta de la asociación explicó lo siguiente, en un entrevista con LA GACETA: “Cuando vuelven a clase después de las vacaciones, los alumnos sufren una especie de olvido en su mente y lo que las evidencias nos muestran es que ese retroceso posvacacional puede llegar a durar hasta un mes de clases”.

Agrega que, en este caso, hay dos cuestiones para tener en cuenta. La primera tiene que ver con el sistema educativo. Remarca la especialista que un docente no puede encarar el año educativo asumiendo que lo aprendido anteriormente ya está dominado. Para saber en qué condiciones están los alumnos, además del periodo de diagnóstico, se debe ayudar a recuperar los conocimientos con la enseñanza. Actuar.

“Dos semanas dedicadas a la reactivación de los saberes van a permitir que el año escolar se desarrolle mejor después y se podrá tomar una evaluación diagnóstica una vez matizadas esas cuestiones, olvidadas por las vacaciones”, remarca la especialista.

La segunda cuestión consiste en acostumbrar en las escuelas a tener unas pequeñas evaluaciones sin nota, que sirvan para tomar una medida del tamaño de la brecha del retroceso.

Las familias

Kit agrega que desde la asociación instan a las familias a asumir un compromiso que consiste en afrontar el problema actual con respecto a la imposibilidad de articular discursos orales sin importar el nivel socioeconómico de las familias. “A mí, personalmente, me gusta apagar las pantallas un rato y preguntar ‘¿qué aprendiste hoy?’ e iniciar una charla para poder verbalizarlo. Eso es hacer trabajar la mente”, ejemplifica.

Vinculado al período de receso, la presidenta remarca que la interacción para mantener la cabeza activa, tanto en la niñez como en la adultez y vejez se puede realizar a través del juego. “Hacer cálculos mentales jugando es importante”, sostuvo.

Enseñanza divertida

“La forma de aprender no tiene, necesariamente, que ser aburrida pero tampoco hablamos de llevar a cabo una educación light”, aclara la educadora. En épocas de descanso, las pantallas tienen muchas cosas a favor pero también operan en contra del aprendiz en formación, detalla. “La inmediatez y la pasividad que ofrecen son una suerte de engaño para la mente. Lo que se puede hacer es permitir usarlas y después hablar sobre lo que se hizo, lograr eso es un gran avance”, recomienda.

Período de vacaciones

El sistema educativo en nuestro país, establece aproximadamente 70 días de receso de verano. Este tiempo es más que el promedio de países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y de América Latina. Estudios internacionales muestran que, mientras los alumnos de sectores favorecidos siguen aprendiendo durante el verano, los más vulnerables pierden aprendizajes.

“Tucumán es una provincia muy calurosa y eso influye en el sistema educativo. En este caso se debe prever en el confort de los estudiantes y de los docentes; el régimen laboral docente y la industria del turismo, detalla la presidenta. En términos de eficiencia del proceso de aprendizaje, la evidencia revela que lo óptimo es tener un mes completo de vacaciones y después quincenas o semanas en el transcurso del año.

“Toda la vida familiar gira en torno al ciclo lectivo y los padres también sufren de cansancio. Esto requiere un tipo de negociación: modificar el régimen laboral docente y consensuar el calendario turístico para poder descansar, pero no son cambios para hacer de inmediato”, puntualiza.

Compensar el tiempo

Está al alcance de todos el poder realizar actividades que eviten el contacto continuo de los niños con las tecnologías. Kit pone de ejemplo el uso de la Inteligencia Artificial en este caso: “Puede tener un riesgo, que es el de desconectarnos de lo que fue siempre la fuente principal del aprendizaje humano a lo largo de milenios; la interacción con la realidad”.

Aprender involucra muchos sentidos. La experta explica que la actividad del cerebro está conectada con el cuerpo, al momento de aprender y es fundamental en todas las edades pero especialmente para la infancia y la adolescencia. Se debe experimentar.

“La pasividad que ofrece el uso de las IA y el hecho de esperar que las cosas sucedan son los dos factores que más adormecen nuestras mentes y nos cierran las capacidades que tenemos”, cierra.


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