El presidente Javier Milei tuvo muchas repercusiones por su discurso en el Foro Económico Mundial de Davos. Uno de las razones fue por su crítica contra la “la ideología de género y la agenda LGBT”. Al respecto, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, aseguró que “no ve ninguna objeción o inconveniente con que cada uno haga de su vida lo que le parezca”, pero dijo que el Estado no está para promover “ninguna de esas cosas”.
Ante los empresarios y líderes de todo el mundo, Milei apuntó contra los foros como el de Davos, donde "se promueve la agenda LGBT, queriendo imponer que las mujeres son hombres y los hombres son mujeres sólo si así se autoperciben”.
En ese sentido, tras ser consultado por el discurso del presidente, Francos negó tener “inconvenientes” con la homosexualidad. Pero "otra cosa diferente es hacer campañas promoviendo o a favor (de esos temas). Eso genera confusiones, sobre todo en los más jóvenes. Yo no veo problemas en que cada uno viva la vida como quiera, distinto es la promoción de esas situaciones de manera pública", manifestó el funcionario en diálogo con Radio Con Vos.
Instantáneamente, se le preguntó al jefe de Gabinete si hacía referencia a la homosexualidad, y este contestó: "Son temas que no objeto nada. No voy a decir esta famosa frase de ‘tengo un amigo’. No objeto de ninguna manera la decisión que cada uno toma con su vida; ahora, yo no creo que el Estado esté para promover ninguna de esas cosas".
El funcionario aseguró que "han habido campañas en un montón de lugares" y ejemplificó con "campañas escolares en las que se les ha permitido a los chicos situaciones de este tipo".
"Yo creo que el Estado en eso no tiene que meterse. Sí en el respeto a las decisiones y a la vida de cada uno", manifestó. Poco antes, al referirse al discurso en general, Francos había enfatizado que "Milei es un presidente con ideas muy claras de a dónde deberá ir el mundo y en particular la Argentina, que está marcando una diferencia que le parece importante".
Durante su alocución en Davos, el presidente denunció que estos movimientos en favor de la ideología de género "están dañando irreversiblemente a niños sanos mediante tratamientos hormonales y mutilaciones, como si un menor de cinco años pudiera prestar su consentimiento a semejante cosa" y sentenció: "Cubriendo esta multitud de prácticas abyectas está el eterno victimismo siempre dispuesto a disparar acusaciones de homofobia o transfobia y otros inventos cuyo único propósito es intentar callar a quienes denuncian este escándalo del que las autoridades nacionales e internacionales son cómplices”.