Dónde se ubica río Aguada del Cobre, uno de los tesoros naturales del Norte argentino

El Norte argentino posee destinos con vistas increíbles: entre ellos hay una joya oculta que vale la pena conocer. Se trata del río Aguada del Cobre. Este curso natural de agua de más de 400 metros se sitúa entre las provincias de Tucumán y Catamarca, y es un paraje ideal para los amantes de aventuras y la naturaleza. Recibe el nombre de “Aguada del Cobre”, debido a la gran concentración de este material en la zona, lo que hace que, al rozar el cobre con las piedras y el agua, sucea una reacción química que tiñe al río de un impresionante color turquesa. Los lugareños sugieren visitar este lugar en marzo y noviembre, cuando el clima está más seco, lo que facilita el acceso y el color del agua no se ve afectado por la lluvia.  

Cómo llegar y qué actividades se pueden realizar

Para tener una idea de las distancias, desde San Fernando del Valle de Catamarca, la ciudad capital de la provincia vecina, hay que viajar alrededor de 245 kilómetros. El trayecto específico hasta el río demanda una travesía en vehículos 4x4 y un trekking. La excursión puede comenzar, según la ubicación de los turistas, en Santa María o en Andalgalá (Catamarca). Desde esas localidades se toma la ruta provincial 47 y luego un camino de ripio que atraviesa paisajes majestuodos como el Campo del Arenal. Este es un desierto imponente popularizado por el Rally Dakar. Antes de llegar al destino se prosigue a pie en una caminata de trekking de aproximadamente 20 minutos.

Es importante mencionar que el río se encuentra a más de 3.000 metros sobre el nivel del mar, lo que implica que una alta exposición al sol y el riesgo de apunamiento, en especial para quienes no estén acostumbrados al clima de altura. Se recomienda utilizar ropa cómoda y colocarse protección antiUV, y aclimatarse adecuadamente. 

Algunas de las actividades recomendadas en la zona son la visita a las Minas Capillitas conocidas por la explotación de la llamada “Rosa del inca”, una piedra preciosa de color rosado, como indica su nombre, y al Refugio del Minero. Este establecimiento dispone de alojamiento y de una oferta gastronomía en un contexto de recreación de la historia minera del área.