En las facultades de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) están prendidas las alarmas. El inicio del ciclo lectivo, sin presupuesto aprobado por el Gobierno nacional y con una tensa situación salarial para docentes y no docentes, tiene en vilo a las planificaciones académicas para 2025. Las autoridades consultadas por LA GACETA se preparan para enfrentar un año muy complejo.
Sergio Robin, decano de la facultad de Filosofía y Letras, sostuvo que el panorama es sombrío y planteó que la única alternativa que se presenta es reclamar en las calles como el año pasado. Según el funcionario, hay decisiones políticas que están enlazadas. Por un lado, el no contar con un presupuesto aprobado por el Congreso y por el otro, las restricciones para la investigación en Ciencias Sociales. “Tiene discrecionalidad absoluta para distribuir los recursos públicos. Los recortes van a alcanzar a toda la ciencia y la tecnología y eso es una pésima noticia para el futuro del país”, precisó.
Las facultades de humanidades de todo el país, incluyendo a la UNT, repudiaron la resolución de la secretaría de Educación de Nación por la que se eliminaron programas y se anticiparon restricciones para las investigaciones en ciencias sociales por no responder al “Plan Estratégico” fijado por la actual administración. Según Robin, esa decisión implicará la destrucción del sistema científico argentino, la pérdida de soberanía en la materia y la “fuga de cerebros” como ya ocurrió en otros tiempos de la historia argentina.
Virginia Abdala, decana de la facultad de Ciencias Naturales, advirtió que hay una avanzada en contra de las universidades públicas y del sistema científico. La docente explicó que los proyectos de investigación que dependen de la UNT se pagan aunque con un presupuesto limitado. “Nosotros seguimos trabajando con mucha fuerza y austeridad porque entendemos que es la forma de sostener este espacio que nos toca conducir.”, aseveró. Abdala explicó que en 2024 tuvieron que reorganizar y limitar las salidas de campo por el incremento en los costos. “Nuestra facultad tiene seis sedes, incluyendo una reserva biológica y un jardín botánico Nuestro contrato pedagógico incluye las salidas. Son esenciales. Es como pensar que un estudiante de odontología no realice prácticas con pacientes. El año pasado realizamos 75 viajes con recursos propios y aportes del rectorado. Pero los costos se han triplicado y no estamos pudiendo realizar viajes largos”, aclaró.
Fernando Valdez, consejero superior de la UNT, coincidió en señalar que será un año difícil para las universidades sin un presupuesto nacional aprobado por el Congreso. El docente de la facultad de Derecho consignó que los organismos estatales no tienen previsibilidad y están sometidos a decisiones arbitrarias del gobierno. “El reclamo salarial implica siempre paros y esto perjudica a las familias que tienen a sus hijos en la universidad pública, en especial a quienes concurren a las escuelas de nivel medio. Es una situación que hay que atender en forma prioritaria”, advirtió.
Los gremios que agrupan a docentes y no docentes en Tucumán anticiparon que endurecerán sus reclamos por una actualización salarial. Advierten que la pérdida por inflación superó al 60% en todo el 2024 y que aún con la baja del último trimestre, la caída se mantiene mes a mes. Para el lunes, está previsto que comience a normalizarse la actividad administrativa en la UNT y a mediados de febrero se producirá el reinicio de las labores docentes. El Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) pidió al Gobierno que actualice los haberes de sus trabajadores para adecuarlos a la suba de precios reconocida por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Aún no hay fecha fijada para un encuentro paritario.