El Gobierno nacional comunicó este miércoles que Argentina abandona la Organización Mundial de la Salud (OMS). Según anunció el vocero presidencial, Manuel Adorni, la decisión se basó en críticas al funcionamiento del organismo y su aparente influencia en las políticas sanitarias nacionales. Sin embargo, ese argumento no coincide con las verdaderas funciones y responsabilidades de la OMS.
La medida del gobierno se enmarca en la política de ajuste fiscal y aniquilación de Estado impulsada desde su asunción en diciembre de 2023. En su breve discurso, Adorni no reveló pormenores del proceso administrativo que seguiría la desvinculación ni sobre las posibles consecuencias para el sistema de salud argentino.
Históricamente, Argentina ha participado en iniciativas de la organización, incluyendo campañas de vacunación, control de enfermedades y acceso a medicamentos. La decisión de abandonar la OMS plantea interrogantes sobre el futuro de los programas de cooperación internacional en salud.
¿Cómo se organiza la OMS?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) es el organismo de las Naciones Unidas que se encarga de coordinar políticas sanitarias a nivel internacional. Fundada en 1948, su objetivo es promover la salud, garantizar la seguridad global y ofrecer asistencia a las poblaciones más vulnerables. Su trabajo abarca desde la prevención y control de enfermedades hasta la creación de normativas sanitarias y la ayuda en situaciones de emergencia.
La OMS tiene una estructura que incluye una sede central en Ginebra, seis oficinas regionales y representación en más de 150 países. La Asamblea Mundial de la Salud, compuesta por delegados de los Estados Miembros, es su máximo órgano de decisión y se reúne anualmente para establecer prioridades y estrategias. La gestión diaria está a cargo de un director general, actualmente el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien fue reelegido en 2022 para un nuevo período de cinco años.
Uno de los principales retos que enfrenta la OMS es la falta de acceso a servicios médicos esenciales. Según datos del organismo, la mitad de la población mundial no recibe la atención sanitaria que necesita. A través de programas de cooperación y financiamiento, la OMS trabaja para reducir las brechas de acceso a la salud.
¿Para qué sirve la OMS?
La función de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es coordinar esfuerzos internacionales para mejorar la salud pública y prevenir enfermedades. A través de investigaciones, normativas y programas de cooperación, el organismo brinda asistencia técnica a los países y establece estándares sanitarios globales, pero de ninguna manera se involucra en la política interna.
Su labor incluye la vigilancia epidemiológica, la respuesta a emergencias y la promoción de políticas para reducir factores de riesgo en la población. Uno de sus principales aportes es el desarrollo y distribución de vacunas, medicamentos y tratamientos esenciales.
El organismo, además, financia estudios sobre enfermedades desatendidas y colabora con sistemas de salud en crisis. También elabora guías y protocolos para el abordaje de enfermedades como el VIH, la tuberculosis, la malaria y, en los últimos años, el COVID-19.