

El mensaje post partido fue conciso y claro. Ariel Martos quedó conforme y describió como muy auspicioso el debut de San Martín en la Primera Nacional, un empate en cero como visitante de Almagro que significó también su estreno oficial como entrenador “no interino”.
Martos, de 47 años, ya había dirigido al primer plantel de San Martín en tres oportunidades distintas, pero siempre como técnico provisorio, como “bombero” en medio del fuego que arde entre la salida de un entrenador y la llegada de su sucesor. Esta vez es diferente, más allá de que agarró una brasa caliente, un equipo (y una institución) traumatizados por un ascenso a Primera increíblemente escabullido como arena entre sus dedos en la última temporada de la Primera Nacional.
Vestido con una remera de impecable blanco, el entrenador vivió su primera vez del otro lado de la línea de cal bajo estas condiciones con mucha calma. Al menos, eso es lo que transmitió. Miró el partido básicamente callado y concentrado, quizá pensando en las próximas movidas de fichas, a la postre todas felices. Porque con los cambios que introdujo en el complemento del duelo en “José Ingenieros”, San Martín mejoró.
“Me voy conforme, muy contento. Por ahí con un poquito de suerte podríamos haber ganado el partido, pero esto recién empieza, así que un empate de visitante no está nada mal”, afirmó.
Su palabra se hizo esperar: la prensa acreditada en el estadio “Tres de Febrero” tuvo que aguardar 55 minutos tras decretado el empate y Martos apenas aceptó siete preguntas, todas con respuestas muy breves. “Defensivamente en todo el partido estuvimos muy bien parados, cerrados atrás. Faltaba por ahí agarrar un poquito más de confianza con la pelota, tratar de desarrollar nuestro juego”, dijo.
Y analizó: “El segundo tiempo me pareció muy bueno… no jugamos como pretendíamos, pero sí jugamos un poquito mejor. Fuimos superiores, no así en el primero”.
En el entretiempo dispuso el ingreso de Martín Pino y Jesús Soraire. Acerca del aporte de este último, respondió: “Es un chico con mucha experiencia, entró para que pudiéramos tener más la pelota. Es muy criterioso, tiene panorama, técnicamente es muy buen jugador y creo que nos aportó mucho”, valoró.
Martos hizo debutar a siete de las 12 incorporaciones de este mercado de pases en la infernal tarde vivida en el estadio “Tres de Febrero”. El entrenador dijo estar satisfecho con lo mostrado por todos ellos, aunque aclaró: “Por supuesto, necesitamos tiempo, tenemos que ir de menor a mayor, sabiendo que esto es largo”, dijo. “Me parece muy auspicioso por ser el primer partido, estoy muy conforme”, insistió.
Ante la consulta de LA GACETA acerca de sus planes para afrontar el partido de Copa Argentina ante Colón, el miércoles en Rafaela, Martos rehusó confirmar si tiene previsto repetir nombres en la alineación titular. “Depende de cómo se recuperen los que jugaron frente a Almagro”, sentenció de manera escueta.
Por último, tras apenas dos minutos de rueda de prensa al pie del micro de la delegación, el flamante técnico reveló qué pretende de “su” San Martín: “Que sea protagonista en todos los torneos como exige su historia, esa es la idea”.
El empate frente al “Tricolor” prolongó el invicto del entrenador. Llegado al club en 2012 para trabajar en inferiores, tuvo sus períodos como ayudante de campo y también sus oportunidades de dirigir al primer equipo.
Martos tuvo debut oficial como primer DT de San Martín
Su bautismo de fuego fue en una goleada 4-0 sobre Vélez de San Román por Copa Argentina, en La Ciudadela, en 2014.
Posteriormente, se volvió a calzar el buzo de técnico de manera interina en 2016, en una visita a Mitre de Santiago del Estero saldada con una victoria 1-0, a la postre importante para que San Martín consiguiera abandonar el Federal A y subir a la Primera Nacional de la mano de Diego Cagna.
Martos incluso ya sabe lo que es dirigir en Primera División. En 2018, tras la renuncia de Darío Forestello, estuvo sentado en el banco en el empate en cero con Argentinos en La Ciudadela.
Una elite del fútbol argentino a la que sueña con retornar, esta vez como capitán de navío.