Ema Gómez armó un nuevo escándalo

La joven se tiró al piso, intentó patear a los peritos y logró su cometido: no pudieron sacarle sangre.

12 Marzo 2005
Ema Gómez protagonizó un nuevo escándalo ayer a la tarde cuando la llevaron a dependencias de la Policía Científica para realizarle una extracción de sangre ordenada por la Justicia. La joven, acusada por el homicidio del juez de Menores Héctor Agustín Aráoz, sufrió una crisis de nervios, se tiró al piso, intentó patear a los peritos y logró su cometido: no pudieron sacarle sangre. Igualmente, se le tomaron muestras de saliva, con las cuales se podrán realizar las pericias.
El policía Darío Pérez, otro de los acusados, fue también al laboratorio, y le realizaron la extracción. El abogado de Gómez, Mario Mirra, se había opuesto a la medida ya que la consideraba "autoincriminatoria". "Ella descubrió el cuerpo, tocó la sangre. No pueden hacer lo que quieran para investigar", dijo. El juez Juan Francisco Pisa rechazó el planteo. Gómez luchó a brazo partido para evitar la extracción. Al advertir de que había peligro de que se lesionara, sólo le tomaron una muestra bucal. También se le sacó sangre a otro imputado, el policía Andrés Faversani.
Las muestras serán llevadas a Buenos Aires, donde serán comparadas con el ADN de la sangre, los cabellos y la piel secuestrados en la escena del crimen, el 26 de noviembre. Ya el viernes de la semana pasada, Gómez había protagonizado otro escándalo en su celda cuando peleó con una detenida, Reyna Jiménez, a quien le cortó el rostro.

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