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La obesidad se convirtió en una de las principales preocupaciones de salud pública en el mundo. Según la World Obesity Federation, para 2025 se espera que el 18% de los hombres y el 25% de las mujeres sean obesos, lo que representa un aumento significativo en comparación con años anteriores.
Esta enfermedad está estrechamente relacionada con afecciones como la diabetes tipo 2, la hipertensión arterial y las enfermedades cardiovasculares. En Argentina, la Federación Argentina de Cardiología advierte sobre la necesidad de generar conciencia sobre los riesgos asociados y promover hábitos saludables.
La obesidad será mayor en 2025, según la Federación Mundial de la Obesidad
El crecimiento de la obesidad en los últimos años está vinculado a múltiples factores. Entre ellos, se destacan el aumento en el consumo de alimentos ultraprocesados y el estilo de vida sedentario. Según la FAC, aproximadamente dos tercios de los pacientes con enfermedad coronaria presentan sobrepeso u obesidad, lo que demuestra su impacto en la salud cardiovascular.
Además, la obesidad infantil es una de las grandes preocupaciones, ya que se demostró que los niños con sobrepeso tienen más probabilidades de desarrollar enfermedades metabólicas en la adultez.
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“Es fundamental implementar programas educativos en las escuelas para fomentar hábitos saludables desde la infancia”, explica el Dr. Jorge Riera Stival, integrante del Comité de Obesidad y Diabetes de la FAC.
Elementos a considerar al definir la obesidad
Tradicionalmente, la obesidad se definió por el índice de masa corporal (IMC), que clasifica a una persona como obesa cuando su valor supera los 30 kg/m². Sin embargo, la FAC advierte que este método no siempre refleja de manera precisa el riesgo cardiometabólico.
El Dr. Riera Stival señala que la distribución de la grasa corporal es un factor clave, especialmente la acumulación de grasa visceral, ya que se asocia con un mayor riesgo de complicaciones metabólicas. Métodos complementarios como la medición de la circunferencia de la cintura y la relación cintura-altura pueden mejorar la identificación de personas con obesidad en riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Otro punto importante es la relación entre la obesidad y la hipertensión. Se observó que la acumulación de grasa en órganos internos, como el hígado y el páncreas, aumenta significativamente el riesgo de desarrollar presión arterial alta, lo que incrementa la probabilidad de infartos y otros problemas cardíacos.
En este contexto, la prevención y el tratamiento de la obesidad deben abordarse desde un enfoque integral, que incluya educación nutricional, actividad física y, en algunos casos, tratamientos farmacológicos supervisados por profesionales. La FAC insiste en que la obesidad es un factor de riesgo modificable y que, con cambios en el estilo de vida, es posible reducir sus consecuencias en la salud.