Trump abre la puerta a un compromiso por las tasas aduaneras

Después de días de intercambios tensos con autoridades de Canadá y de México, EEUU busca calmar las aguas. China eleva la apuesta.

MENSAJE. Por primera vez desde que asumió, Trump se dirigió al Congreso de Estados Unidos, el martes. MENSAJE. Por primera vez desde que asumió, Trump se dirigió al Congreso de Estados Unidos, el martes.
Hace 16 Hs

WASHINGTON, Estados Unidos.- Washington parece querer calmar las aguas luego de la entrada en vigor, el martes, de los aranceles de un 25% a productos canadienses y mexicanos, por orden del presidente, Donald Trump, y que golpearon a los mercados mundiales. Tanto Canadá como México respondieron con duras advertencias.

México, cuyos productos pasan a estar gravados con aranceles de un 25%, asegura que buscará salir de su dependencia del mercado estadounidense. La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, dijo que su país se volcará a otros socios comerciales si Estados Unidos continúa con su política de aranceles.

Los productos energéticos canadienses tienen una tasa más baja, de 10%, y Ottawa ya anunció sus medidas de represalias.

Ayer, el secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick, dijo que antes del fin de semana habrá un anuncio sobre los aranceles, que podrían aligerarse por categorías. El mandatario escucha “ofertas” de sus vecinos, dijo Lutnick a Bloomberg Television. Descartó la posibilidad de levantar por completo los aranceles, pero considera segmentos donde podrían alivianarse. “Algunas categorías podrían quedar exentas, por ejemplo los autos, acotó.

Trump reprocha a México y a Canadá, sus socios en el acuerdo comercial de América del Norte (TMEC), que no luchan lo suficiente contra el tráfico de fentanilo en la frontera y ni contra el paso de migrantes ilegales, y busca presionarlos con aranceles para que aumenten sus esfuerzos. Para el mandatario, los derechos aduaneros también son un arma comercial para incitar a las empresas a instalarse o reinstalarse en Estados Unidos y evitar los aranceles. Plantea que así protege a las firmas estadounidenses de sus competidores extranjeros.

También entiende que es una forma de aumentar la recaudación fiscal en momentos en que pretende profundizar los recortes de impuestos de su primera gestión (2017-2021).

En rueda de prensa, la presidenta Sheinbaum dijo que, si estos impuestos permanecen, su gobierno tendrá que “tomar decisiones importantes para el futuro del país”, incluyendo “otros socios comerciales”.

La mandataria señaló que su gobierno no se ha cerrado al diálogo con Estados Unidos, su mayor socio comercial y destino de más del 80% de sus exportaciones., pero dijo que habrá respuestas. “Hemos hecho nuestra tarea y ni siquiera cerramos las puertas al diálogo”, declaró Sheinbaum, quien sostendrá hoy una llamada con Trump.

Sheinbaum reiteró que su gobierno no se apresurará a anunciar las medidas que tomará en respuesta a los aranceles. “Vamos a esperar qué pasa de aquí al domingo”, señaló la presidenta, quien había dicho que su gobierno alista medidas “arancelarias y no arancelarias” en represalia, pero que las anunciaría en un evento el domingo en el Zócalo de Ciudad de México, la mayor plaza pública del país.

El presidente estadounidense debía hablar por teléfono ayer con el primer ministro canadiense Justin Trudeau, quien calificó de “estúpida” la decisión de imponer aranceles. Trudeau fue más lejos y consideró que Trump busca socavar la economía canadiense para luego “hablar de la anexión” del país.

Golpe económico

Los indicadores comienzan a mostrar señales de desaceleración de la economía estadounidense, y estos impuestos multiplican la incertidumbre. La creación de empleos en el sector privado mostró una fuerte caída en febrero y el sector servicios se debilita, tanto por los aranceles como por los recortes del gasto público.

En el caso de China, Lutnick confirmó que los derechos aduaneros previstos para activarse el 2 de abril siguen en pie, y ayer volvió a elevarse la tensión diplomática con ese país.

“Si lo que Estados Unidos quiere es una guerra, sea una guerra arancelaria, una guerra comercial o de cualquier otro tipo, estamos dispuestos a luchar hasta el final”, escribió en X el vocero del Ministerio de Exteriores de China. Es la primera vez que se sugiere tácitamente un enfrentamiento militar entre ambas potencias.

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