
El consumo de soda fue aumento en los últimos años, captando la atención de expertos en nutrición y salud por sus posibles efectos sobre el organismo.
Más allá de ser una alternativa refrescante, estudios científicos comenzaron a evaluar su influencia en la regulación de la glucosa y su potencial papel en la pérdida de peso.
Un artículo publicado en BMJ Nutrition, Prevention & Health sugiere que el dióxido de carbono presente en la soda puede incidir en procesos fisiológicos clave, aunque sus efectos sobre la reducción de peso siguen siendo objeto de debate.
¿Cómo afecta la soda al metabolismo?
Según el estudio, el CO2 de la soda es absorbido a través del estómago y pasa al torrente sanguíneo, donde se transforma en bicarbonato gracias a la acción de la anhidrasa carbónica presente en los glóbulos rojos. Este proceso eleva el pH celular y activa enzimas como la hexoquinasa y la fosfofructoquinasa, impulsando la glucólisis anaeróbica.
Esta activación facilita una mayor utilización de la glucosa en los glóbulos rojos, reduciendo así sus niveles en sangre. Un efecto similar se observa en pacientes sometidos a hemodiálisis, donde la entrada de CO2 en la sangre provoca una disminución en la glucosa circulante.
Efectos secundarios y recomendaciones
Si bien estos hallazgos sugieren que la soda podría influir en el metabolismo de la glucosa, los investigadores advierten que su impacto es limitado y no suficiente para considerarla una herramienta eficaz para perder peso.
Además, su consumo excesivo podría generar molestias digestivas, como hinchazón y gases, especialmente en personas con condiciones gastrointestinales sensibles. Por ello, se recomienda moderación y su inclusión dentro de una alimentación equilibrada y un estilo de vida saludable.