
En el 21° día de hospitalización del papa Francisco, el positivismo aumenta entre los fieles de la Iglesia católica. El anuncio matutino indicó que, pese a la complejidad del cuadro, el obispo de Roma volvió a tener una noche tranquila y continúa en proceso de recuperación.
Por la tarde, desde el Vaticano dieron a conocer que “las condiciones clínicas del Santo Padre se han mantenido estables respecto a los días anteriores” pero el pronóstico sigue siendo “reservado”.
La rutina en el Vaticano se vio transformada por los constantes reportes médicos que se emiten tanto por la mañana como por la noche, lo que genera una gran expectación sobre la salud del Papa. En la sala de prensa, los corresponsales dejaron atrás el lenguaje habitual del derecho canónico y ahora se ven obligados a adoptar términos médicos como "broncoespasmos" y "oxigenoterapia", reflejando el cambio en el enfoque informativo.
“El Santo Padre ha continuado con éxito la fisioterapia respiratoria y motora. Los parámetros hemodinámicos y los análisis de sangre se han mantenido estables”. Además, indicaron que, hasta el momento no registró fiebre.
Dada la estabilidad del cuadro clínico, la Santa Sede anunció que el próximo parte médico será emitido el sábado.
Más allá de su estado de salud, el pontífice realizó algunas actividades de trabajo tanto en la mañana como en la tarde, “alternando con períodos de descanso y oración. Antes del almuerzo recibió la Eucaristía”.