Las lecciones del temporal del sábado

La intensidad de la tormenta del sábado, que en pocas horas acumuló 130 mm, prácticamente la cantidad promedio de todo el mes de marzo, dejó varias situaciones a considerar de cara al futuro, con respecto a cuán preparadas están la ciudad y la provincia frente a las contingencias climáticas. Si bien la copiosa lluvia inundó varias zonas y generó bastante inquietud, no se registraron daños  generalizados. Hubo, sí, familias afectadas y algunos grupos familiares evacuados en sectores de Las Talitas, Banda del Río Salí, La Rinconada y el barrio 170 Viviendas de Lules,  mas no se informó de problemas severos en la infraestructura, excepto roturas de barandas en el Canal Sur, razón por la cual ayer estuvo limitado el tránsito en Camino del Perú, entre Mate de Luna y Mendoza. Debido al desplazamiento de mampostería y otros elementos contundentes a través del cauce del canal, un caño de gas resultó comprometido.

Las áreas operativas en la capital han comenzado a despejar y limpiar la ciudad, incluyendo la limpieza de imbornales y desagües obstruidos por basura, el levantamiento de ramas y árboles caídos y el despeje de elementos contundentes de las calles. El Canal Sur también tiene daños en barandas cerca del Parque Guillermina, las avenidas Roca e Independencia, la calle William Bliss y la avenida Jujuy. El comité de emergencia de la Provincia ha coordinado acciones en la zona de El Bañado, en los Valles, afectada por al creciente del río Santa María, en Taruca Pampa, donde se habilitó el nuevo puente sobre la ruta 304, en Ampimpa, sobre la ruta 307; y en Los Sarmientos (cerca de Aguilares). Se informó que este fin de semana el territorio tucumano seguía bajo alerta naranja y que iban a continuar las precipitaciones en cortos períodos, con intensa actividad eléctrica, posibilidad de granizo y ráfagas, aunque ayer se había minimizado la intensidad de vientos y lluvias.

Lo que viene después se vincula con la prevención en función de lo sucedido, que ha afectado a otras provincias del Norte, y que ha resultado catastrófico en Bahía Blanca, donde se registraron al menos 15 víctimas fatales, varias personas desparecidas, más de 1.000 damnificados y daños millonarios.

Hay quienes han relacionado la intensidad del meteoro en Bahía Blanca con lo sucedido el año pasado en Valencia, que ha generado debates sobre las acciones preventivas de corto, mediano y largo plazo desarrolladas por las administraciones. Esto es, estudiar cómo el desarrollo urbano y habitacional va incidiendo y generando cambios en la infraestructura de canales y de desagües, para saber si estos se deben mejorar o ampliar. Se sabe, por ejemplo, que el Canal Sur desde hace años  tiene partes frágiles, con arrastre de cemento y mampostería en su sector sureste y que en temporada de tormentas está siempre al borde de su capacidad. Algo similar puede decirse del Canal Norte, siempre lleno de materiales y de residuos. El Canal Caínzo-Las Piedras, por su parte, requiere reparación integral.

La Provincia tiene, además del comité de emergencias y de las áreas operativas que atienden la coyuntura, una Mesa Provincial de Cambio Climático, que se ocupa precisamente de proponer metodología para efectiva implementación, seguimiento y actualización de las políticas, estrategias y planes adoptados en los distintos minisÏerios en función de los nuevos desafíos. Sería importante que se desarrollen estudios profundos con expertos y se tienda a su aplicación, para tratar de aventar sorpresas frente a las emergencias que pueden venir en el futuro.