Caos a la entrada y a la salida de escuelas y colegios

Con el comienzo de las clases ha regresado la escena del caos vehicular en los horarios críticos en  las cercanías de escuelas y colegios, tanto a la entrada como a la salida. “Eso no sólo sucede en Yerba Buena sino en cualquier ciudad del mundo que, por dos meses, verá interrumpido el cotidiano tránsito a las escuelas y colegios”, dijo Victoria Desjardins, directora de Educación de la Municipalidad de Yerba Buena. Aunque tiene bastante razón, el hecho de que se produzcan inconvenientes de variada índole -como un accidente en la calle La Madrid frente al colegio Las Colinas en el primer día de clases- indica que se trata de un asunto que debe ser estudiado en busca de la situación cambie para mejor.

En efecto, el enorme movimiento vehicular que se produce con el regreso a clases de unos 450.000 alumnos pone en crisis la circulación de las ciudades. En estos días hemos dado cuenta sobre todo de lo que sucede en Capital, Yerba Buena y Banda del Río Salí, pero la realidad es similar en otras partes. No hace mucho, durante la anterior administración municipal capitalina, el subsecretario operativo de Tránsito y Transporte disponía de equipos de inspectores que multaban o disuadían a los padres que se estacionaban en doble fila; también se había prohibido a los padres dejar los vehículos en la calle Córdoba al 500 mientras llevaban a sus hijos a sus chicos a la Escuela Normal -norma que ahora no se aplica-; en Yerba Buenas se ha establecido que los colegios deben tener sitios de estacionamiento para los padres, lo cual se ha cumplido sólo en algunos casos.

La funcionaria de Yerba Buena plantea que una parte importante de la cuestión es la falta de transportes públicos de calidad o eficientes, y que por eso en Yerba Buena se intenta implementar el “MuniBus” para suplir la falta de recorrido y conexión entre distintos puntos de la ciudad. Pero esto apenas es una respuesta al problema. Uno de los padres de la zona Boisdrón- Las Colinas ha planteado que hacen falta varitas en los horarios críticos. “El descontrol es muchísimo. Tenemos que bajar del auto para poder hacer cruzar a los chicos. Nadie detiene el tráfico para que sea más ordenado y más seguro el manejo... Debería existir la presencia de un organismo de control”, dijo. Otro padre ha planteado que se debería prohibir el estacionamiento a la izquierda para que no se genere el embotellamiento con la doble fila. En la calle Chubut, donde hay dos colegios,  se ha establecido una sola mano de circulación, pero hay padres que sugieren la instalación de cartelería con horarios pico, la regulación del paso de camiones y la colocación de lomos de burro.

Como sea, es evidente que se requiere una fuerte estrategia de parte de las autoridades y que haya inspectores por todos los lugares críticos, así como la habilitación en esas horas de calles cercanas para estacionamiento y para facilitar la circulación vehicular. Una madre ha señalado la necesidad de un esfuerzo conjunto entre padres, colegios y los municipios para encontrar soluciones que mejoren el tránsito y protejan la seguridad de los chicos.