


Habitualmente, en un equipo, los capitanes suelen ser los jugadores con más experiencia. Y, en general, eso implica que la responsabilidad recae en alguno de los jugadores de mayor edad. No es lo que sucede en Tarucas, cuyo capitán para su primera temporada en el Súper Rugby Américas es Tomás Bartolini, hooker mendocino de apenas 21 años, que combina frescura y juventud con un rodaje en el profesionalismo poco habitual para su edad.
“Es un momento para estar muy orgulloso. Es un logro muy lindo, que no es sólo mío, sino también parte de toda la gente que me ha rodeado en el rugby, que me ha hecho ser lo que soy”, remarcó Bartolini sobre la posibilidad de ser capitán de Tarucas.
El primera línea formado en Marista afronta ya su cuarta experiencia en el certamen. En 2022, fue parte de Cafeteros de Colombia. En 2023 y 2024 integró el plantel de Dogos XV, con el que jugó una final y, el año pasado, logró el título, coronándose además como el tryman de su equipo.
“Cafeteros fue un llamado inesperado, no me imaginaba jugando a ese nivel, pero hubo una lesión y ahí entré yo. Fue una experiencia muy linda”, recordó Bartolini sobre su paso por Colombia. Allí fue dirigido por Nicolás Galatro, quien también lo tuvo luego en Dogos. “Ahí ya fue otra cosa, en mi país. El primer año costó un poquito porque era todo nuevo, pero de a poquito fuimos mejorando. El segundo año fue todo muy lindo, y se dio algo que no esperábamos”, admitió, sobre el título conseguido con la franquicia cordobesa.
Esa gran actuación en el Súper Rugby Américas le permitió al hooker mendocino ser convocado por Felipe Contepomi a Los Pumas, en los últimos días de la ventana internacional de julio, por la lesión de Julián Montoya.
“No me lo esperaba. Estaba muy feliz, fue una situación un poco estresante pero también linda, porque vas a lo que todo jugador de rugby desea. Los Pumas manejan otra intensidad, otro nivel, y un profesionalismo que es totalmente diferente a lo que estaba acostumbrado. Son cosas totalmente distintas (el seleccionado nacional y el Súper Rugby Américas), pero con el tiempo uno se puede acostumbrar”, relató.
Una espera difícil
Tras su llegada a Tucumán en enero para sumarse a la franquicia, Bartolini tuvo que esperar hasta la semana pasada para hacer su debut contra Pampas, debido a que estaba recuperándose de una lesión en el hombro.
“Me fracturé la cabeza del húmero, me operaron el año pasado, y luego tuve una infección. Fue una lesión dura, con muchos altibajos, pero con tiempo todo se soluciona”, explicó Bartolini, que reconoció que fue complicado seguirlo de afuera durante los primeros partidos. “Ahora estoy corrigiendo los últimos detalles del hombro. Me siento bien, tengo que ponerme en ritmo”, agregó.
Pese a la derrota ante Pampas, el hooker mendocino aseguró que su debut con la franquicia de Tucumán fue muy especial. En buena medida, por el gran marco de público, algo que Bartolini ya esperaba cuando llegó a la provincia.
“Sabía mucho de la Naranja, del rugby que se juega acá, del fanatismo que tiene la gente. Que hayan ocho mil, diez mil personas, es algo que no se ve todos los días, y es algo hermoso; más cuando están de tu lado”, expresó el hooker.
El mendocino destacó el crecimiento, semana a semana, que viene demostrando Tarucas en cancha y también en el día a día. “Es un grupo impresionante. Ya somos un grupo de amigos, que es muy importante. Adentro de la cancha estamos sorprendiendo, llevamos todo a un nivel que quizás no pensábamos. Tenemos para pelear con equipos que ya tienen muchos años en esto, y eso es algo que nos pone muy contentos y nos da mucha seguridad”, remarcó Bartolini, que anticipó que su objetivo a corto plazo, más allá de recuperarse totalmente de su lesión, es liderar al equipo “lo más alto que se pueda”. “Tenemos para hacerlo”, aseguró el hooker.