
Los Archivos Nacionales de Estados Unidos publicaron ayer por orden del presidente Donald Trump el último lote de documentos clasificados sobre el asesinato del presidente John F. Kennedy en 1963, un caso que sigue alimentando teorías conspirativas más de 60 años después de su muerte y que incluso llegó al cine.
Pocos días después de regresar a la Casa Blanca en enero, Trump emitió una orden ejecutiva que dispone la publicación sin censura de los archivos relacionados con los asesinatos de Kennedy, su hermano Robert F. Kennedy y del líder de derechos civiles Martin Luther King Jr.
La Administración Nacional de Archivos y Registros publicó en las pasadas décadas millones de páginas de registros sobre el homicidio del entonces presidente Kennedy en noviembre de 1963, pero miles de documentos permanecían bajo secreto a pedido de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y de la policía federal (FBI), por razones de seguridad nacional.
La Comisión Warren que investigó el asesinato del carismático presidente de 46 años en Dallas, Texas, determinó que fue cometido por un exfrancotirador de los marines, Lee Harvey Oswald, y que actuó solo.
Teorías de la conspiración
Pero no ha conseguido apagar las teorías de la conspiración, que especulan con un complot. La lenta divulgación de los archivos gubernamentales las ha alimentado.
Los expertos en Kennedy estiman que los documentos restantes probablemente no contengan revelaciones impactantes ni pongan fin a las desenfrenadas teorías de conspiración sobre el asesinato del 35º presidente de Estados Unidos.
Oswald fue asesinado a tiros dos días después de matar a Kennedy por el dueño de un club nocturno, Jack Ruby, durante un traslado de presos a la cárcel. Muchos de los registros que ya fueron publicados eran documentos de inteligencia sin procesar, incluidos resultados de reportes de agentes del FBI siguiendo pistas improductivas.