
El Circuito Internacional de Shanghái, una de las joyas del calendario de la Fórmula 1, esta poniendo a prueba la destreza de los pilotos con su diseño técnico y sus desafíos estratégicos.
Después de un regreso exitoso en 2024, donde Max Verstappen dominó con autoridad, la expectativa por esta edición está en su punto más alto. Lando Norris, que viene de ganar en Melbourne, buscará romper una racha de 27 años sin que un piloto de McLaren logre tres victorias consecutivas.
Construido en apenas 18 meses y con una inversión de 450 millones de dólares, el Circuito Internacional de Shanghái se inauguró en 2004 en una zona pantanosa. Para evitar hundimientos, la pista reposa sobre más de 40.000 pilares de cemento. Diseñado por el prestigioso ingeniero Hermann Tilke, su trazado se inspiró en la filosofía china y el símbolo del yin-yang.
Con una extensión de 5.451 kilómetros y 16 curvas, el circuito se destaca por su combinación de sectores de alta velocidad y curvas cerradas que desafían la tracción de los autos. Su recta más larga, de 1,2 kilómetros, permite que los monoplazas superen los 330 km/h antes de una frenada brusca en la horquilla de la curva 14, uno de los puntos de adelantamiento más importantes.
Los “caracoles” del GP de China
Dos curvas en particular convierten a Shanghái en un desafío técnico. El primer sector cuenta con un “caracol” de radio decreciente que obliga a los pilotos a reducir progresivamente la velocidad mientras giran a la derecha. Más adelante, otro caracol, de radio creciente, exige acelerar con precisión para tomar impulso antes de la recta más larga del circuito.
Este tipo de curvas desgasta los neumáticos y complica la puesta a punto de los autos, lo que puede marcar la diferencia en una carrera donde la gestión de los compuestos será clave.
Récord difícil de batir en el GP de China
A lo largo de los años, Shanghái ha sido testigo de momentos históricos. Michael Schumacher aún ostenta el récord de vuelta con su tiempo de 1m32s238 en 2004. Por su parte, Lewis Hamilton es el piloto más exitoso en este circuito, con seis victorias y seis poles, incluyendo la carrera número 1000 de la Fórmula 1 en 2019.
Franco Colapinto volverá a estar presente en el box de Alpine, donde cumplirá su rol de piloto reserva. Aunque no se espera que el piloto viaje a Japón en dos semanas, el argentino continúa sumando experiencia con el equipo y participando en las reuniones técnicas.
El Gran Premio de China será la última carrera antes de una seguidilla intensa en el calendario. Dentro de dos semanas, la Fórmula 1 llegará a Suzuka para el GP de Japón (del 4 al 6 de abril). Luego, el campeonato pasará por Baréin, Arabia Saudita y Miami, donde Colapinto podría tener la oportunidad de subirse al auto de Alpine y mostrar de lo que es capaz de hacer los monoplaza.
Este domingo a la madrugada, Shanghái será el escenario de la segunda carrera de la temporada 2025, una batalla estratégica en una pista que no perdona errores. La historia, la velocidad y la incertidumbre para los pilotos están garantizadas en la segunda fecha de la temporada 2025.