Día Mundial del Clima: pocas razones para celebrar

“El personal de los servicios meteorológicos e hidrológicos nacionales puede equipararse al personal médico y de enfermería: trabaja 24 horas al día, siete días a la semana, para salvaguardar y promover el bienestar de la población. Somos más que simples pronosticadores”. La definición forma parte del mensaje emitido el domingo por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), que está festejando este año su 75° aniversario. La fecha es coincidente con el Día Mundial del Clima, instaurado por la OMM, una conmemoración que cada 26 de marzo nos invita a reflexionar sobre la importancia de la preservación del medio ambiente y sobre los efectos del cambio climático.

El imperativo de la hora es mitigar los efectos del calentamiento global, que está repercutiendo en la economía, la salud y la calidad de vida de las sociedades. En estos casos, nada es más contundente que los datos corroborados por la OMM. La estadística subraya que durante los últimos tres meses (de diciembre a febrero pasado) el aumento de la temperatura media global superó por primera vez los 1,5º en relación con la era preindustrial. En síntesis: 2024 fue el más cálido de los últimos 175 años y los indicadores apuntan a que en 2025 se superará esa marca.

Cada fracción de grado de calentamiento repercute en nuestra vida y en los medios de subsistencia. Los efectos de los fenómenos meteorológicos y climáticos extremos son cada vez más potentes, advierte la OMM. Padecemos olas de calor más frecuentes e intensas, a tormentas y crecidas más devastadoras, y a ciclones tropicales que se intensifican con mayor rapidez. Y ni hablar de los incendios, que de los bosques saltan cada vez con mayor frecuencia a las áreas urbanas.

El Foro Mundial por la Naturaleza (WWF son las siglas en inglés) organizó el pasado sábado una nueva edición de La Hora del Planeta. Se trata de una invitación a que personas, empresas y gobiernos apaguen las luces durante una hora (de 20.30 a 21.30) como símbolo de su compromiso con el bienestar de la Tierra y, sobre todo, de la lucha contra el cambio climático. Desafortunadamente, esta clase de esfuerzo colectivo no alcanza -al menos en Tucumán- el impacto que merece. De todos modos, La Hora del Planeta hizo hincapié en las acciones individuales que pueden contribuir a mejorar la situación medioambiental, en especial si se multiplican entre la ciudadanía:

- Reducir el consumo de energía utilizando luces LED y desconectando los electrodomésticos cuando no se encienden.

- Optar por el transporte público o -si es posible- la bicicleta para disminuir la huella de carbono. Los vehículos eléctricos, de incipiente crecimiento en la provincia, también ayudan.

- Achicar la cantidad de basura que producimos. Para eso es conveniente consumir productos locales y sostenibles. Además, insistir con el reciclaje y con la separación de los residuos.

Este combate contra el calentamiento global, que requiere de un trabajo coordinado entre el Estado, el mundo empresario y los particulares, cuenta a favor con avances tecnológicos, como los que ofrecen la OMM y los servicios meteorológicos nacionales. La capacidad predictiva y el intercambio de datos, potenciados por herramientas como la Inteligencia Artificial, son fundamentales para la seguridad de los países y para los sectores sensibles al clima. La OMM destaca a la agricultura, la aviación, el transporte marítimo, la energía, la gestión del agua y la salud, entre otros rubros.

El Día Mundial del Clima propone entonces varios temas para reflexionar. Por un lado, la certeza de que hay entidades activas y comprometidas con la protección del medio ambiente, a las que vale aplaudir y respaldar. Pero a la vez, la comprobación empírica de que el calentamiento global no se detiene, y por eso es fundamental seguir creando conciencia sobre el daño que produce.