El caos urbano en Moreno y avenida Perón

Dos largas semanas lleva el caos urbano que se genera en la esquina de Moreno y avenida Perón en Yerba Buena. Se trata de un sector neurálgico en la “ciudad jardín”, por donde circula gran parte de los vecinos y de los visitantes a este sector de intenso movimiento comercial y ciudadano. Tanto es así que bastaría que un observador se detuviese unos minutos en ese cruce para comprobar que el tránsito interminable por la avenida impide que quienes quieren girar o cruzar puedan hacerlo a menos que recurran a la ley del más fuerte y crucen sus vehículos o se arriesguen a una maniobra intrépida. Es de notar, en ese sentido, la tarea intensa que llevan a cabo los agentes de tránsito, uno de los cuales dijo hace días a LA GACETA que realiza 120 multas cada hora y media.

El semáforo se encuentra sin funcionar desde el 4 de marzo. Se rompió debido a una tormenta que afectó el sistema eléctrico y la situación, desde entonces, ha generado el desorden mencionado en la circulación vehicular. El director de Tránsito de Yerba Buena, José Garzón, explicó que la demora en la reparación del semáforo se debía a la necesidad de conseguir un repuesto específico para el controlador dañado. Añadió que el repuesto fue solicitado a Buenos Aires y, aunque ya llegó a Tucumán, aún es necesario realizar su reprogramación para que el semáforo vuelva a operar con normalidad. Agregó en ese sentido que el municipio cuenta con gente especializada para realizar ese trabajo.

Lo sucedido da lugar a dos situaciones llamativas. La primera es la observación del comportamiento social, mencionado por los vecinos, que relatan que constantemente hay conductores que no respetan las normas y los agentes de tránsito deben intervenir para prevenir posibles accidentes. Los vecinos de a pie y los ciclistas -que son frecuentes usuarios de la avenida- son los más perjudicados por esta situación, que afecta ciertamente las actividades normales de todos los que circulan por ahí. Pero el hecho de que la carencia del semáforo genera constantes infracciones revela problemas de respeto a la ley motivados en apuro o exasperación, que denotan conductas de riesgo.

Eso debería ser pensado por las autoridades, que son quienes con sus medidas ayudan a regular conductas de los usuarios de la vía pública. Y acá entra la segunda situación. No se entiende que teniendo personal capacitado para la reparación del aparato y habiendo conseguido ya el repuesto, no se arregle de inmediato el semáforo dañado. Tampoco se entiende que pasen dos semanas de caos, si bien la Municipalidad ha dispuesto agentes para morigerar el problema. Por cierto, por menos horas que las necesarias para atender semejante circulación vehicular.

Según destacó el funcionario de tránsito, gracias al trabajo de los agentes no se han registrado accidentes ni incidentes. Pero es de notar que a causa de estos inconvenientes  tanto vecinos como ciclistas y automovilistas han tenido que verse obligados a circular por una intersección que se volvió peligrosa.