
La empresa SanCor está al borde de la quiebra, mientras los acreedores impulsan un consorcio para recuperar sus deudas. La histórica cooperativa láctea enfrenta un panorama alarmante con deudas que superan los U$S400 millones y su producción en mínimos históricos.
Es uno de los nombres más emblemáticos de la industria láctea argentina, pero está en una situación de crisis tal que la puso en jaque. La acumulación de deudas y la falta de liquidez, llevaron a la empresa a una situación límite.
Este mes, la producción cayó a solo 70.000 litros diarios, un número insignificante si se compara con los 4 millones de litros que procesaba en su época dorada. Mientras tanto, plantas paralizadas y salarios adeudados aumentan la incertidumbre.
La conformación de un consorcio
En medio del escenario de crisis financiera, los acreedores decidieron tomar cartas en el asunto. Un grupo de empresas y productores con créditos a favor de SanCor impulsa la conformación de un consorcio para negociar en bloque dentro del concurso de acreedores abierto recientemente.
El objetivo de los acreedores es lograr garantías de cobro y, al mismo tiempo, encontrar una solución que evite el derrumbe total de la cooperativa.
En los últimos meses la crisis tomó una velocidad alarmante. La planta, ubicada en la localidad de La Carlota, Córdoba, especializada en quesos duros, lleva paralizada desde enero, y otras unidades operan de manera intermitente debido a la falta de insumos y materia prima.
Intento de venta de algunas de las plantas
No puede sostener el pago a proveedores y empleados, lo que aumenta el riesgo de embargos y litigios judiciales. En las últimas semanas comenzó a sonar con fuerza la posibilidad de que la empresa intente vender alguna de sus plantas productivas, pero lo cierto es que antes necesitaría la aprobación del juez que lleva adelante su concurso de acreedores.
La única posibilidad viable para la empresa es que aparezca un inversor externo con dinero fresco, algo que el directorio de la firma láctea sigue buscando incansablemente, pero por el momento no se consiguieron avances significativos. Sin embargo, la falta de confianza de los productores tamberos y las demoras en los pagos dificultan la atracción de capital fresco que podría revitalizar la cooperativa.