
Científicos perforaron el fondo del Gran Agujero Azul de Belice y realizaron un hallazgo que ha dejado al mundo en alerta. Un análisis detallado de los sedimentos extraídos reveló un preocupante aumento en la frecuencia de ciclones tropicales en los últimos seis milenios, con una aceleración drástica desde el inicio de la era industrial.
Un registro natural del cambio climático
Ubicado a 80 kilómetros de la costa de Belice, el Gran Agujero Azul es una de las formaciones submarinas más enigmáticas del planeta. Este sumidero se formó hace aproximadamente 10.000 años, durante la última edad de hielo, y hoy en día actúa como un archivo geológico natural, permitiendo a los científicos rastrear patrones climáticos históricos con una precisión sin precedentes.
El equipo de investigadores perforó el lecho del agujero para obtener un núcleo de sedimentos de 30 metros de longitud. Al analizar sus capas, lograron reconstruir la actividad ciclónica de los últimos 5.700 años. Los datos revelaron que, en promedio, entre cuatro y dieciséis tormentas tropicales y huracanes impactaron la región por siglo. Sin embargo, en las últimas dos décadas, los registros muestran un drástico incremento: nueve ciclones han golpeado la zona en tan solo 20 años.
Evidencia del impacto humano en el clima
Dominik Schmitt, investigador principal del estudio y miembro del Grupo de Investigación en Biosedimentología de la Universidad Goethe de Frankfurt, fue contundente: "La frecuencia de tormentas que tocan tierra en el área de estudio ha sido mucho mayor en las últimas dos décadas que en los últimos seis milenios, una clara indicación de la influencia del calentamiento global moderno".
El análisis también reveló que la Zona de Convergencia Intertropical (ZCIT), una franja clave en la formación de ciclones, ha estado migrando progresivamente hacia el sur. Este fenómeno, combinado con el aumento de las temperaturas oceánicas debido a la actividad humana, está creando condiciones cada vez más propicias para la intensificación de tormentas tropicales en el Caribe.
Proyecciones alarmantes para el futuro
Las conclusiones del estudio, publicado en la revista Geology, plantean un panorama preocupante: los científicos estiman que hasta 45 tormentas tropicales y huracanes podrían azotar la región antes de que termine el siglo XXI. Esta cifra supera ampliamente cualquier otro registro documentado en los sedimentos extraídos del Gran Agujero Azul.
Schmitt enfatizó la gravedad del descubrimiento: "Este incremento sin precedentes en la actividad ciclónica supera enormemente lo que ha ocurrido en los últimos 5.700 años y está directamente relacionado con el cambio climático provocado por el hombre".
Una advertencia desde las profundidades
La innovadora metodología utilizada en este estudio permitió analizar las capas de sedimentos como si fueran los anillos de un árbol, ofreciendo una perspectiva histórica única sobre la evolución de los ciclones tropicales. Los resultados refuerzan la creciente evidencia científica sobre la intensificación de fenómenos meteorológicos extremos a causa del calentamiento global.