Cartas de lectores: Día del Investigador

10 Abril 2025

Decía Thomas Carlyle: “la historia del mundo no es más que la biografía de los grandes hombres” y mujeres. Bernardo Houssay fue un gran hombre y científico argentino y en honor a él y su natalicio (10/04/1899) el 10 de abril se celebra en Argentina el Día del Investigador. Él fue el padre de la Fisiología en nuestro país. La Fisiología Humana es la ciencia que estudia cómo funciona el cuerpo humano. Pues bien, a esa disciplina Houssay dedicó su vida con alma y pasión. Formó una escuela, dejó muchos discípulos, escribió un magnífico libro y fundó instituciones como el Conicet en 1958. Había nacido en Buenos Aires en el seno de una típica familia de inmigrantes franceses y la verdad que fue un niño prodigio: bachiller a los trece, farmacéutico a los 17 y médico a los 23. Abrazó esta noble profesión y fue una máquina de trabajar toda su vida. Su obra cumbre, “Fisiología Humana”, vio la luz por primera vez en 1945. Fue, y sigue siendo, con actualizaciones y reediciones, un libro clásico de la Medicina. Formó a generaciones de estudiantes. Del “Houssay”, como le decíamos, estudió mi padre allá por los años ‘40, los de mi camada por los años ‘70 y recientemente mi hijo en la UNT, médico también. Cuenta el Dr. Marcelino Cerejeido (discípulo de Houssay que aún vive y está radicado en México a sus 93 años): “Houssay era un hombre exigente, severo, austero, altruista y que concurría a diario al Instituto de Fisiología, aunque estuviera enfermo. Cordial, meticuloso y consideraba no empezar con puntualidad que era una falta grave”. Su país, Argentina, lo trató en forma hostil muchas veces. En 1943 fue cesanteado por firmar un manifiesto en contra del golpe. Fue insultado y hasta sufrió un atentado con bomba en su domicilio, pero nada lo amedrentó. Posteriormente, con el tristemente célebre “Alpargatas sí, libros no” fue jubilado de facto el 06/09/1946 pero él siguió trabajando con tesón en privado. El 23 de octubre de 1947 se anotició que le había sido conferido el Premio Nobel de Medicina y Fisiología; tenía 60 años de edad. Por sus logros e investigaciones de la glándula hipófisis y su intervención en la regulación del metabolismo de los hidratos de carbono. El 10 de diciembre de 1947 recibió en la Academia Sueca el galardón y fue un verdadero honor para nuestra patria: era el primer científico sudamericano en recibirlo. Aunque esto tuvo escasa publicidad por parte de los medios oficiales y fue “castigado” por no estar dentro del grupo gobernante. En 1970 recibió la noticia que su discípulo, Luis F. Leloir, había ganado el Premio Nobel de Química. En un discurso pronunciado en la AMA se describió a sí mismo así: “tuve la suerte de tener buena salud, resistencia grande a la fatiga, a las dificultades de toda clase, buena memoria, pasión por la investigación, tenacidad, laboriosidad y claro concepto de mi ignorancia”. Falleció el 21/09/1971. En calle Viamonte 2.790 de la CABA se conserva y encuentra la casa donde él vivió entre 1925 y 1971. Hoy es un museo y lugar histórico nacional que se puede visitar para “homenajear en silencio la gloriosa historia de este héroe de nuestra medicina” (Dr. Tartaglione). Houssay solía decir: “la ciencia no es cara, cara es la ignorancia”.

Juan L. Marcotullio                             

marcotulliojuan@gmail.com

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