
Sin bancos, escuelas y con la mayoría de las reparticiones públicas cerradas, la ciudad atrviesa una jornada de paro nacional, impulsado desde la Confederación General del Trabajo (CGT). En la capital tucumana, los comercios del microcentro abrieron sus puertas a las 9 mientras que los taxis y los colectivos funcionan con normalidad.
Desde muy temprano las calles se mostraron desiertas, fundamentalmente por la ausencia del flujo de vehículos que se movilizan todas las mañanas hacia el centro de la ciudad, que nuclea a la mayor cantidad de escuelas, colegios privados, oficinas públicas y privadas.
Pero en el inicio de la jornada comercial, las persianas comenzaron a levantarse y, con mucha menos fluidez que la de costumbre, las peatonales volvieron a transitarse, tanto como los bares y panaderías, que también funcionan con normalidad.
Lo que sí debe tenerse en cuenta es que la mayoría de los cajeros automáticos de la City amanecieron cerrados o encintados, por lo que la extracción de dinero en efectivo fue interrumpida por la medida de fuerza.
Mientras tanto, las estaciones de servicios se mantienen abiertas mientras que en el Hospital Padilla y en el Hospital de Niños se atiende con turnos programados y en los servicios de guardia.

