TODOS JUNTOS. Con Nahuel Cainelli y el salteño Tiago Peñalba, el grupo de tucumanos integrado por Ulises Vera, Agustín Prokop, Gonzalo Rodríguez, Alan Cisnero, Guillermo Rodríguez, Gustavo Abregú y Mauro Verón posaron para la foto grupal.
Luego del doblete de Juan Cruz Esquivel, la locura del plantel "santo" se desató en los vestuarios del estadio José María Minella. Mientras el goleador de la tarde atendía a la prensa, sus compañeros se fundían en abrazos, aplaudían con euforia y celebraban el triunfo al ritmo contagioso de la banda de cumbia “Ke Personajes”.
La fiesta tomó aún más fuerza con la llegada de Ariel Martos y su cuerpo técnico, que se sumaron a los festejos una vez que el último jugador había ingresado al vestuario. Uno de los más entusiasmados fue Eduardo González, el entrenador de arqueros, que no dejó pasar la oportunidad de repetir su cábala: se tomó una selfie junto a Darío Sand y Nicolás Carrizo, tal como lo había hecho en otras victorias.
También dijo presente el presidente del “Santo”, Bruno Sogno, quien abrazó a varios jugadores y expresó su satisfacción por el rendimiento del equipo. “Estamos bien, pero esto es ir paso a paso”, le confió a LA GACETA, con una mezcla de alegría y cautela.
Mientras los futbolistas no dejaban de felicitar a Esquivel por su primer doblete con la camiseta del “Santo”, del otro lado del vestuario, el contraste era evidente. El plantel de Alvarado abandonó el estadio en completo silencio y de manera casi fugaz.
En paralelo a los festejos íntimos, la alegría también se trasladó a las redes sociales. Varios integrantes del plantel compartieron posteos y mensajes celebrando la victoria.
Una foto para el recuerdo
Una imagen grupal se viralizó rápidamente entre los hinchas. En ella se los ve sonrientes a Nahuel Cainelli, Ulises Vera, Agustín Prokop, Gonzalo Rodríguez, Alan Cisnero, Guillermo Rodríguez, Gustavo Abregú, Tiago Peñalba y Mauro Verón, con gestos de orgullo por lo conseguido.
Aunque los tres puntos le permitieron al “Santo” quedar transitoriamente en soledad en la cima de la tabla -hasta que juegue Atlanta-, no hubo demasiado tiempo para prolongar los festejos. El plantel debía abordar el colectivo que lo trasladaría a Buenos Aires para, desde allí, emprender mañana el regreso a la provincia.
Antes de subirse al ómnibus, Juan Cuevas y Sand se tomaron unos minutos para saludar a familiares y fotografiarse con un grupo de hinchas que se acercó hasta las inmediaciones del “Mundialista” marplatense.























