Barcelona se consagró campeón de la Copa del Rey 2025 al vencer 3-2 a Real Madrid en una final histórica, repleta de polémicas y giros inesperados. El encuentro comenzó con el dominio claro del conjunto culé, que se hizo con la posesión del balón y llevó la iniciativa desde el arranque. Por su parte, el "Merengue" optó por refugiarse en su campo, apostando a la velocidad de Vinicius y Rodrygo para salir rápido al contraataque. A pesar de la superioridad de los catalanes, el marcador se mantuvo en cero durante gran parte de la primera mitad.
A los 18 minutos, Lamine Yamal, la joven promesa del Barcelona, estuvo muy cerca de abrir el marcador con un remate que salió apenas desviado del palo derecho de Courtois. Sin embargo, el gol no llegó hasta el minuto 27, cuando Pedri, tras un gran pase de Yamal, sorprendió con un remate al ángulo desde fuera del área, imposible para el arquero belga. Barcelona parecía tener todo controlado, pero antes del descanso, Real Madrid tuvo una oportunidad desde el punto de penal. Sin embargo, una jugada de Vinicius fue anulada por fuera de juego, dejando a los merengues con las manos vacías.
El segundo tiempo trajo más emoción y controversia. A los 69 minutos, Kylian Mbappé empató para Real Madrid con un golazo de tiro libre, que pegó en el poste y terminó dentro de la red, aunque Szczęsny tuvo algo de responsabilidad. A los 76 minutos, Tchouaméni dio vuelta el partido con un cabezazo tras un tiro de esquina, poniendo a los blancos 2-1 arriba y dejando al Barcelona contra las cuerdas. Sin embargo, los catalanes no tardaron en responder y, a los 83 minutos, Ferrán Torres aprovechó un grave error de Courtois para igualar el marcador 2-2 con el arco vacío.
En el tiempo adicional, la tensión aumentó cuando el árbitro sancionó un penal a favor del Barcelona por una falta sobre Raphinha. Sin embargo, tras la revisión del VAR, la jugada fue anulada y Raphinha fue amonestado por simular. Con el juego empatado, la prórroga se hizo inevitable y el Barcelona fue quien logró marcar la diferencia. En el minuto 10 del primer tiempo extra, Koundé sorprendió a todos con un golazo desde fuera del área, tras un mal pase de Luka Modric. El estadio sevillano estalló de emoción mientras el Barcelona tomaba ventaja.
La polémica se instaló en el final
El final fue un hervidero de tensión y protestas. En el minuto 16 de la prórroga, el banco de Real Madrid explotó contra el árbitro luego de una falta de Mbappé. El caos se desató cuando Rudiger lanzó un objeto hacia el juez, lo que provocó una tarjeta roja para el defensor alemán. El clima se tornó aún más caliente, pero ya no hubo tiempo para más. Barcelona logró mantener su ventaja y, con un marcador de 3-2, se coronó campeón de la Copa del Rey en una final vibrante y llena de controversias.





















