IMPORTANCIA. La nutrición se ha convertido en un factor clave del entrenamiento, con impacto directo en la energía, la recuperación y en la prevención de lesiones.
El interés por la alimentación ha trascendido lo cotidiano hasta consolidarse como una disciplina profesional compleja y multifacética. En el ámbito deportivo, esta sofisticación se manifiesta en la figura de especialistas como el Licenciado Agustín Estrada, cuya "Diplomatura en nutrición en deportes de montaña" ejemplifica la creciente especificidad del campo. Esta especialización subraya una premisa fundamental: la nutrición, al igual que el entrenamiento físico, requiere una planificación y un ordenamiento meticuloso para alcanzar los objetivos deseados y promover una existencia saludable.
La demanda de estos conocimientos por parte de la sociedad ha impulsado a la nutrición deportiva a convertirse en una ciencia en constante evolución. Ya no se considera un mero accesorio, sino en una “una parte esencial del entrenamiento”, según afirma Estrada.
Tanto atletas profesionales como amateurs buscan en la alimentación una herramienta para mejorar su salud y su rendimiento. “Los deportistas comprenden que ‘comer bien’ implica mucho más que simplemente elegir alimentos saludables. Se trata de equilibrar adecuadamente los macronutrientes (carbohidratos, proteínas y grasas), asegurar una correcta ingesta de micronutrientes y, cuando es necesario, considerar el uso estratégico de suplementos”, dice Estrada.
Esta visión es compartida por el doctor Manuel Parajón Viscido, director del Centro de Medicina del Deporte, quien destaca la naturaleza dinámica de las necesidades nutricionales de un deportista. “En el proceso de preparación de un deportista hay diferentes etapas o ciclos en las que varían las cargas de entrenamiento. Eso hace que las demandas energéticas y las proporciones de macronutrientes cambien”, explica. La investigación continua en nutrición deportiva permite adaptar las estrategias a cada fase del entrenamiento, a las particularidades de cada disciplina y a las preferencias individuales del atleta. “Se trata de satisfacer las demandas del deporte, las preferencias del deportista, el cuidado y mantenimiento de su salud”, sintetiza Parajón Viscido.
Si bien los recursos y la organización pueden variar entre deportistas de alto rendimiento y recreativos, el impacto de una nutrición adecuada no debería ser significativamente diferente. “Suelen encontrarse deportistas amateurs con las mismas demandas de un profesional”, señala Parajón Viscido. La clave reside en la planificación, la logística y la correcta gestión de los hábitos alimenticios.
Un aspecto fundamental en deportistas de alto rendimiento
En un entorno en el que la interdisciplina es crucial para el éxito deportivo, la nutrición se erige como un componente fundamental que complementa el entrenamiento técnico, estratégico y mental. “La diferencia es sustancial”, asegura Estrada. “Cuando un deportista empieza a enfocarse y a planificar su alimentación, nota cambios reales: mejora la recuperación, se siente con más energía, más motivado, con mejor estado de ánimo y puede entrenarse con mayor intensidad”, agrega.
Los beneficios de una alimentación deportiva profesionalizada son evidentes para quienes la adoptan. “A la nutrición en el deporte se la conoce como entrenamiento invisible porque se entrena y adapta el cuerpo para las diferentes situaciones. Una buena alimentación ayuda a prevenir lesiones y a sostener el rendimiento en el tiempo”, firma Estrada, dejando en claro que cuidar la alimentación ha dejado de ser una opción para convertirse en una necesidad esencial que puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso.




















