La Iglesia alemana ya bendice a parejas no casadas y del mismo sexo: ¿qué hará el próximo Papa?

La intitución aprobó una guía para bendecir a parejas del mismo sexo y heterosexuales que no están casadas por la Iglesia. El nuevo Papa deberá decidir si extiende o frena esta práctica que busca ser un gesto pastoral de inclusión y fe.

Monseñor Georg Batzing y cardenal Reinhard Marx Monseñor Georg Batzing y cardenal Reinhard Marx
30 Abril 2025

Uno de los primeros desafíos que enfrentará el sucesor del papa Francisco será resolver qué rumbo tomará el documento publicado recientemente por la Iglesia alemana, que orienta a los sacerdotes sobre cómo realizar bendiciones a parejas que no están casadas por la Iglesia, incluidas las del mismo sexo.

La guía para bendecir a parejas no casadas

La guía fue elaborada por la Conferencia Episcopal Alemana (DBK) junto al Comité Central de los Católicos Alemanes (ZdK) y aprobada el pasado 4 de abril por la Asamblea del Camino Sinodal, un órgano conjunto en el que participan ambos sectores. El documento surge en respuesta a las múltiples solicitudes de bendición por parte de parejas que no han contraído matrimonio canónico, están divorciadas y vueltas a casar, o pertenecen a la diversidad de orientaciones sexuales y de identidades de género.

Según el texto, estas peticiones expresan tanto gratitud por el amor vivido como el deseo de contar con la bendición de Dios para el futuro. Hasta ahora no existía una orientación uniforme sobre cómo debía actuar la Iglesia frente a estas situaciones. La nueva guía pretende llenar ese vacío, brindando criterios claros y coherentes para los agentes pastorales.

El documento de Francisco

El documento se apoya en la declaración Fiducia Supplicans, publicada por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe el 18 de diciembre de 2023 con la aprobación del Papa Francisco. Esta declaración abrió la posibilidad de bendecir a parejas en “situaciones irregulares”, reconociendo el valor pastoral de estos gestos sin equipararlos a un matrimonio sacramental.

La guía alemana establece que pueden impartir estas bendiciones tanto los ministros ordenados como personas designadas litúrgicamente por el obispo. No se requieren formularios litúrgicos oficiales, y las celebraciones pueden adaptarse a las circunstancias personales, siempre que no se confundan con una boda religiosa. Lo único indispensable es la fe compartida y la confianza en Dios por parte de quienes solicitan la bendición.

En caso de que un agente pastoral no pueda asumir la bendición por motivos de conciencia, se sugiere derivar a la pareja a otras personas cualificadas dentro de la diócesis. Además, se prevé la realización de formaciones específicas para acompañar este tipo de celebraciones.

El texto insiste en que estas bendiciones deben ser un signo de acogida y respeto, y reflejar la dignidad de las personas. Por eso se propone integrar elementos como oraciones, pasajes bíblicos, música y una ambientación que exprese el sentido espiritual del acto.

La decisión final sobre la aplicación global de esta guía recaerá en el nuevo pontífice, quien deberá balancear las demandas de una Iglesia más inclusiva con las tensiones internas que este tipo de reformas genera.

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