IMPARABLE. Tras tapar un kick del apertura rival, Mariano García Ascárate se escapa hacia el ingoal uruguayo, para anotar su try. Foto: Gentileza Prensa Peñarol
Hasta hace unas horas, Tarucas estaba contra las cuerdas en el Súper Rugby Américas. No había margen para el error. Un nuevo traspié prácticamente hubiera sepultado las posibilidades de avanzar a semifinales. Pero la ilusión renació. Porque en Montevideo, el equipo de Álvaro Galindo jugó su mejor partido en el torneo y venció 35-28 a Peñarol, escolta de Pampas y que estaba invicto en su cancha. Un triunfo tan necesario como importante.
La noche parecía comenzar cruzada para Tarucas. En apenas cinco minutos, Peñarol marcó su primer try, tras una muy larga secuencia de pases donde llevó la pelota por todos los sectores de la cancha, que culminó con la anotación del segunda línea Felipe Aliaga para el 7-0 parcial.
Sabiendo que faltaba muchísimo en el cronómetro, y conocedor de su situación, Tarucas no se desesperó, y apostó a explotar sus armas. Sobre todo, una que le fue bien redituable en el anterior cruce ante Peñarol, en Tucumán: el scrum. Por esa vía, anotó dos try penal en los siguientes 15 minutos. La primera, cuando el wing uruguayo Ignacio Facciolo cometió un knock on intencional, rechazando un pase de Simón Benítez Cruz a Juan Manuel Molinuevo, que estaba a pocos pasos del ingoal y sin marca. La segunda, consecuencia directamente de la formación fija, tras arrasar en un scrum en zona de extremo ataque, a sólo un par de metros del ingoal rival.
Además del scrum, Tarucas hizo un enorme trabajo en el line, quizás su faceta más floja en todo el torneo. Casi siempre tuvo obtención limpia en los lines propios, y en varias ocasiones, recuperó pelotas que eran del rival.
Pero además, el equipo de Galindo tuvo algo que le faltó en gran parte del certamen: contundencia. Así, apenas unos minutos después del segundo try penal, Mariano García Ascárate tapó un kick del apertura uruguayo, Felipe Etcheverry, capturó la pelota y, sin marca, se escapó hacia el ingoal rival para apoyar. Un 21-7 parcial contundente, pero justificado desde la disciplina y el buen trabajo defensivo del equipo con sede en Tucumán.
Rápidamente, Peñarol descontó. Así como se impuso en el scrum y en el line, Tarucas sufrió, y mucho, a la hora de defender el maul rival. Con esa formación, que ya había sufrido bastante en los últimos partidos, los uruguayos llegaron a su segundo try por intermedio del hooker Sebastián Pérez. Un 21-14 que se mantuvo hasta el descanso.
La historia rápidamente se emparejó en el marcador. Tarucas cometió un penal en la salida, en el arranque de la segunda mitad, y tras ganar metros por ir al touch, Peñarol ganó metros en ataque y llegó al try, otra vez, de la mano de Pérez, para poner el score 21-21.
Durante un buen rato, los números no se movieron. Las imprecisiones y las infracciones se adueñaron del partido, y ninguno tuvo la claridad suficiente para desnivelar. Hasta que a los 19‘, Tarucas convirtió un nuevo try, y otra vez con gran responsabilidad del trabajo de los forwards, que forzaron un penal bajo los palos del ingoal uruguayo en un scrum que correspondía a Peñarol. Tras un nuevo penal, Benítez Cruz jugó rápido, y tras un pase de Molinuevo, Stefano Ferro rompió y apoyó para el 28-21.
Tras unos minutos algo “sucios”, que derivaron en dos amarillas para Peñarol (Joaquín Myszka y Etcheverry) y una para Tarucas (Tomás Vanni), la franquicia del NOA dio el golpe que parecía de nocaut. Tras un nuevo scrum ganado, Thiago Sbrocco se soltó y rompió en velocidad. Con superioridad numérica, sólo debió soltar el pase en el momento justo para Benítez Cruz, que voló y apoyó para el 35-21 parcial.
Con una nueva amarilla, esta vez a Luciano Asevedo, Tarucas sufrió en el tramo final. Peñarol se puso a siete puntos tras un try de Manuel Diana, nuevamente a través del maul. En los 10 minutos finales, los uruguayos tuvieron algún que otro acercamiento peligroso, pero Tarucas realizó un gran trabajo en defensa, y terminó sellando un triunfo importantísimo.
“Sin dudas fue el mejor partido del equipo. Los chicos mostraron mucho carácter para salir a buscarlo, para laburar, y para estar presentes en los momentos malos”, remarcó Galindo.
Aunque se mantiene sexto, Tarucas se puso a sólo seis puntos de la zona de clasificación. Y el fixture parece jugar a su favor: de los cuatro partidos que le quedan, tres son como local, y ante rivales directos (Selknam, Dogos y Yacaré), mientras que el único fuera de casa es ante Cobras de Brasil, que hasta el momento perdió todos sus partidos. No será sencillo, y también dependerá de otros resultados, pero anoche, con el “Naranjazo” en Uruguay, Tarucas revivió notablemente sus ilusiones de clasificar a semifinales, en su primera experiencia en el Súper Rugby Américas.





















